Al menos 46 personas resultaron heridas este miércoles en medio del pánico desatado por un terremoto de 5,9 grados de magnitud que sacudió la provincia turca de Duzce, en el noroeste del país, junto al Mar Negro, sin que hasta el momento se haya informado de víctimas mortales.
El seísmo, que se sintió con fuerza también en Ankara y Estambul, así como en las provincias de Bolu, Sakarya, Zonguldak, Kocaeli, Bursa, Bilecik, Izmir y Kutahya, se produjo a las 4:08 hora local (01:08 GMT), informó la Autoridad Turca de Gestión de Desastres y Emergencias (AFAD).
Su epicentro se situó cerca de la ciudad de Gölyaka (a unos 200 kilómetros de Estambul), en la provincia de Düzce, a 6,81 kilómetros de profundidad, agregó AFAD.
El ministro turco del Interior, Suleyman Soylu, aseguró que hasta el momento no se había informado de pérdidas de vidas, ni de edificios derrumbados.
El temblor despertó a los ciudadanos, que reaccionaron con pánico, sobre todo en Düzce, donde sigue vivo el recuerdo del letal terremoto de 7,2 grados que sacudió esa región en noviembre de 1999, dejando 710 muertos y 2.679 heridos.
La gente salió despavorida de sus viviendas, a veces saltando de ventanas, y pasó la noche al aire libre, sin atreverse a regresar a sus hogares, mientras siguen sintiendo los temblores de las réplicas.En esa estampida muchos resultaron heridos. La emisora CNNTürk dijo haber constatado como al Hospital Estatal de Düzce llegaban lesionados por cuenta propia.
El ministro de Salud, Fahrettin Koca, señaló que al menos 46 personas resultaron heridas, de las cuales una se encuentra en estado grave.
Varios equipos de rescate y ambulancias han sido enviados a la provincia de Düzce, donde según la AFAD se están aplicando cortes de electricidad como medida de precaución.
Las escuelas permanecerán hoy cerradas en las provincias de Düzce, Bolu, Zonguldak y Sakarya.En una declaración tras el terremoto, Faruk Özlü, alcalde de la ciudad de Düzce, capital de la provincia homónima, afirmó que, si bien en ese momento no tenía noticias sobre daños o víctimas, el seísmo se había percibido como muy grave.
"Ahora mismo, la gente está fuera de sus casas. Somos una ciudad en una zona sísmica. Han pasado casi 30 años desde el terremoto en Düzce (de 1999). Nuestras residencias son nuevas en un 80 por ciento. No hay electricidad. No hay noticias de heridos, destrucción o muerte que nos hayan llegado hasta ahora", señaló Özlü.