Estados Unidos ha celebrado Halloween a pesar del atentado en Nueva York. Las autoridades decidieron no suspender el desfile que recorre la Sexta Avenida pero se incrementó la presencia policial. Miles de ciudadanos salieron a la calle disfrazados para disfrutar de la fiesta mientras que en México "la noche de los muertos" se convirtió en una masiva ofrenda a los difuntos.
El desfile no faltó a su cita anual. Horas después el atentado en Nueva York la ciudad bullía con miles de personas se echaron a la calle disfrazadas o como espectadores. Eso pensaba la mayoría, que había que salir a divertirse aunque era terrible lo que había pasado.
Con más presencia policial California disfrutó de una noche especial. Como todos los años fue fantástico, divertido, maravilloso, a decir de los participantes.
En otros países esta fecha tan señalada se traslada a otros escenarios. En México la gente acude a los cementerios. Dos fiestas muy distintas pero que tienen a la muerte como temática en común.