Estados Unidos ha celebrado Halloween a pesar del atentado en Nueva York. Las autoridades decidieron no suspender el desfile que recorre la Sexta Avenida pero se incrementó la presencia policial. Miles de ciudadanos salieron a la calle disfrazados para disfrutar de la fiesta mientras que en México "la noche de los muertos" se convirtió en una masiva ofrenda a los difuntos.