El Departamento de Estado de Estados Unidos ha emitido este martes una alerta de viaje para Europa por "el riesgo de potenciales ataques terroristas" contra "grandes eventos y sitios turísticos", entre los que sitúa la Jornada Mundial de la Juventud, que se celebrará en Cracovia con la presencia del Papa Francisco.
"Como parte de los continuos esfuerzos del Departamento de Estado para proporcionar información sobre hechos relevantes a los estadounidenses en sus viajes al extranjero, alertamos del riesgo de potenciales ataques terroristas en Europa contra grandes eventos, sitios turísticos, restaurantes, comercios y transportes", ha dicho.
Washington ha advertido de que "el gran número de turistas que visitan Europa en los meses de verano será uno de los principales objetivos de los terroristas que planean atentados en lugares públicos, especialmente en los grandes eventos".
La JMJ es uno de ellos, pues reunirá a unos 2,5 millones de visitantes en Cracovia (Polonia) entre el 26 y el 31 de julio. "Los ciudadanos estadounidenses deben saber que las infraestructuras locales pueden colapsar por el gran número de visitantes", indica el departamento de Estado.
En concreto, ha mencionado la Eurocopa, que se celebrará en Francia entre el 10 de junio y el 10 julio, como "uno de los potenciales objetivos para los terroristas, así como otros eventos deportivos a gran escala", entre los que ha señalado el Tour, que tendrá lugar entre el 2 y el 24 de julio.
El Departamento de Estado ha recomendado a los estadounidenses estar informados sobre la actualidad europea, seguir las instrucciones de las autoridades locales y estar preparados para mayores controles de seguridad. "Las autoridades europeas siguen dando pasos para garantizar la seguridad pública y desbaratar planes terroristas. Nosotros seguimos en contacto con nuestros aliados y seguiremos compartiendo información con ellos para identificar las amenazas terroristas", ha añadido.
En los últimos años Europa ha sido escenario de varios atentados con Francia como epicentro. El mayor fue el perpetrado el pasado 13 de noviembre en varios restaurantes y locales de ocio de París, que dejó 130 muertos.