La Unión Europea retrasa su cumbre hasta el día 23
El retraso "permitirá finalizar la estrategia integral para la crisis de la deuda soberana"
La cumbre de la Unión Europea y la reunión especial de líderes de la Eurozona que se iban a celebrar los días 17 y 18 de este mes se retrasan hasta el día 23, según anunció hoy el presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy.
Este retraso "permitirá finalizar la estrategia integral para la crisis de la deuda soberana de la zona euro", explica Van Rompuy en un comunicado.
El presidente del Consejo Europeo precisa que, si bien se han logrado progresos significativos en varios puntos, hace falta avanzar más en cuestiones como la situación de Grecia, la recapitalización de los bancos y el refuerzo del Fondo Europeo de Estabilidad Financiera (FEEF).
Estos elementos están "estrechamente relacionados" con el resultado de la misión de la "troika" para Grecia (FMI, BCE y Comisión Europea), añadió.
Entre los puntos en que se han registrado avances, Van Rompuy detalló la aprobación del conjunto de seis medidas para aumentar la coordinación económica, así como la casi conclusión del proceso de ratificación en los Veintisiete países de la UE del refuerzo del FEEF.
Van Rompuy añadió que, de forma complementaria, se celebrará una reunión de ministros de Finanzas de la zona euro (Eurogrupo) y de toda la UE (Ecofin) antes de la cumbre del 23 de octubre.
El retraso en seis días de la celebración de la cumbre debería dar más margen a la UE para cerrar toda una serie de medidas en materia económica, principalmente un plan para la recapitalización de la banca europea, considerado en Bruselas como la gran prioridad actualmente.
La canciller alemana, Angela Merkel, y el presidente francés, Nicolas Sarkozy, se comprometieron este domingo a que antes de fin de mes haya una "solución duradera" para atajar definitivamente tanto los problemas del sector bancario como la crisis griega.
Respecto a Grecia, el día 23 la UE podría contar ya con una imagen más clara de la situación del país, pues para entonces la "troika" de supervisores internacionales -formada por la Comisión Europea, Banco Central Europeo y FMI- debería tener listo su informe sobre el cumplimiento de las medidas de ajuste por parte de Atenas.
Una evaluación positiva por parte de los inspectores es imprescindible para que Grecia obtenga el sexto tramo crediticio -por valor de 8.000 millones- de la zona del euro y el FMI, que Atenas necesita ya que carece de liquidez más allá de mediados de noviembre.
En la próxima cumbre comunitaria, los líderes de la eurozona pretenden además cerrar toda una serie de reformas para dotarse de una mejor gobernanza económica en base a propuestas del presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, y de Alemania y Francia.
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