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El ex presidente colombiano Álvaro Uribe ha considerado que su sucesor en el cargo, Juan Manuel Santos, debería ir a la cárcel por haber "engañado" al electorado del Partido de la 'U', del que ambos eran miembros durante su Gobierno.

Uribe ha contestado a las declaraciones que Santos realizó el pasado viernes, cuando se jactó de que ningún miembro de su Ejecutivo "ha sido siquiera señalado de corrupción, no como en otros gobiernos, que la mitad han terminado en la cárcel".

Varios ex miembros de la administración Uribe han tenido que rendir cuentas a la justicia. Entre ellos están el ex secretario de la Presidencia Bernardo Moreno, el ex ministro de Agricultura Andrés Felipe Arias y el ex comisionado para la Paz Luis Carlos Restrepo.

El escándalo político más grave de la era Uribe es el llamado caso de las 'chuzadas', como se conoce al espionaje que el Departamento Administrativo de Seguridad (DAS) --Inteligencia colombiana-- realizó contra jueces, opositores y periodistas.

"El presidente Santos es el único ex ministro de nuestro Gobierno que debe ir a la cárcel por haber engañado al 90 por ciento de nueve millones de votos", ha escrito el ex dirigente a través de su cuenta oficial en la red social Twitter.

Además, ha señalado al actual jefe de Estado que "enfrentar los engaños de su Gobierno con patrocinio de medios internacionales es defender a Colombia de su camino FARC-Castro-Chávez".

Santos fue ministro de Defensa durante el Gobierno de Uribe (2002-2010), cargo desde el que llegó a convertirse en el ministro mejor valorado debido a su firme lucha contra las grupos armados ilegales que operan en el país iberoamericano.

Uribe intentó conseguir un tercer mandado consecutivo, pero la Corte Constitucional frustró sus aspiraciones y el líder conservador decidió pasar a Santos el liderazgo del Partido de la 'U' y apoyarle como candidato presidencial en las elecciones de 2010.

Tras su llegada al Gobierno, Santos --en un movimiento inesperado-- se desprendió de la herencia política de Uribe normalizando las relaciones diplomáticas con Venezuela, entonces presidida por Hugo Chávez, e iniciando un diálogo de paz con las FARC.