El abogado de Breivik considera que su cliente "está loco"
Breivik podría ser acusado de "crímenes contra la humanidad" y condenado a 30 años
Unas 200.000 personas participaron anoche en la denominada "Marcha de las Rosas"
Geir Lippestad, abogado del autor confeso del doble ataque de Noruega, aseguró este martes en una rueda de prensa que "todo indica" que su defendido, el ultraderechista e islamófobo Anders Behring Breivik, "está loco".No obstante, Lippestad apuntó que "aún es demasiado pronto" para realizar cualquier valoración sobre el estado mental de su cliente y remitió a los exámenes que realizarán en los próximos días al menos dos psiquiatras.
"COMO UN GUERRERO"
Breivik se ve "como un guerrero" y cree que está en "estado de guerra", por lo que siente justificadas sus acciones, que ve como "necesarias", aunque "Occidente no las pueda entender", dijo. "Espera que esto (la doble matanza del viernes) desencadene la guerra", indicó.
El abogado reiteró que su defendido afirma que su supuesta organización cuenta con "dos células" en Noruega y varias en otros países, pese a sostener que actuó en solitario en el doble atentado, que dejó 76 víctimas mortales. Lippestad asintió al ser interrogado sobre si su cliente esperaba que estas células prosiguiesen en el futuro su trabajo. "Su visión de la realidad es rara y es difícil de explicar" aseguró Lippestad. "Está en una burbuja"."Odia a cualquier persona que no sea un extremista. Odia a cualquiera que sea demócrata y que defienda los valores democráticos", subrayó el abogado.
“ATAQUE CONTRA EL PARTIDO LABORISTA"
Sobre el coche bomba contra los edificios del Gobierno en Oslo y el tiroteo en el campamento de las juventudes socialdemócratas (AUF), Lippestad agregó que éste "fue un ataque contra el partido laborista" (AP), en la actualidad en el gobierno. El abogado describió a Breivik como una persona "muy fría" y "habladora" -a veces en exceso, como cuando se trata de su "manifiesto"-, y que ayer pretendía que los medios asistieran a su declaración ante el juez instructor para "explicar por qué lo hizo".
Breivik, apostilló Lippestad, "no es consciente" del número de muertes que ha causado ni de los sentimientos de la sociedad noruega respecto a sus acciones. Por último, señaló que el agresor se mostró "un poco sorprendido" de que su matanza, "planeada durante años", saliese tal y como la había planeado, pues contaba con que la policía le detuviese antes.
NO ACTUÓ EN SOLITARIO
La Policía considera la posibilidad de que el autor confeso del doble atentado en Noruega, el ultraderechista Anders Behring Breivik, no actuase en solitario, basándose en sus declaraciones y en las de algunos testigos de la tragedia en la que murieron 76 personas. El fiscal de la Policía noruega, Christian Hatlo, asegura en una entrevista publicada hoy en el rotativo local "VG", que la hipótesis de los posibles cómplices y colaboradores de Breivik "está siendo investigada".
Hatlo destaca que el presunto agresor dijo en su primera comparecencia ante el juez instructor que su organización contaba con "dos células más", sin dar más detalles, y pese a haber reiterado antes que había actuado en solitario. El fiscal de la policía confirmó que en efecto hay una "especie de red" en Noruega y otros países europeos sustentada por la ideología ultraderechista y la islamofobia, y que las fuerzas de seguridad no han logrado hasta el momento trazar ninguna conexión entre el detenido y otros sujetos.
No obstante, agregó que los investigadores consideran que Breivik "pudo contar con la ayuda de otros" para "llevar a cabo" los atentados del pasado viernes, con el potente coche bomba que explotó en el barrio gubernamental de Oslo y el tiroteo en el campamento de las juventudes socialdemócratas de Noruega. "Por esa razón pedimos (al juez instructor) prisión preventiva para él, a pesar de que ha asegurado que actuó solo", explicó Hatlo.
DOS PERSONAS DISPARANDO
Además, el fiscal de la policía aseguró que "varios testigos" han relatado "de manera convincente" que había al menos dos personas disparando contra los asistentes al campamento de la isla de Utøya, en donde murieron 68 personas, en su mayoría adolescentes y jóvenes. En este contexto, Hatlo trató de integrar las operaciones policiales practicadas en los últimos días -las más notorias en las afueras de Oslo y en la localidad polaca de Breslau-, y que se han cerrado sin detenciones ni aprehensiones significativas de material que pudiese ser utilizado para fabricar explosivos.
Asimismo, el fiscal de la policía señaló que Breivik podía ser acusado de "crímenes contra la humanidad", con lo que podría ser condenado a hasta 30 años de cárcel, frente a la pena máxima de 21 años que prevé el código penal noruego. "Parece claramente apropiado" encausar al presunto autor del doble atentado con este tipo de crimen, agregó Hatlo, un extremo que ya han apuntado varios expertos en leyes del país escandinavo en los últimos días.
DECLARACIÓN DE BREIVIK
El ultraderechista Anders Behring Breivik reconoció este domingo ser el autor del doble atentado de Noruega, cuya cifra de fallecidos ha rebajado la policía de 93 a 76, y tildó los ataques de "castigo a la socialdemocracia" por traicionar al país "importando" musulmanes. En su primera comparecencia ante el juez instructor Kim Heger, Breivik, de 32 años, asumió la autoría pero se declaró "no culpable" y además aseguró que trabajó en cooperación con "dos células".
La declaración en el juzgado de distrito de Oslo se realizó a puerta cerrada pese a la petición del acusado de que se permitiese la entrada de los medios para poder difundir su ideología. "El detenido aseguró que necesitaba perpetrar estos atentados para salvar Noruega y Europa occidental de los musulmanes y del marxismo cultural", relató posteriormente Heger ante la prensa.
"OTRAS DOS CÉLULAS"
El arrestado, que se mostró dispuesto a pasar en la cárcel el resto de su vida, recalcó que no actuó sólo y que su organización tiene "otras dos células", un extremo que la policía no ha podido confirmar pero que no descarta. Breivik, que será procesado por actos terroristas, agregó que matando a los miembros de las juventudes socialdemócratas en la isla de Utøya, buscaba "limitar" las opciones futuras del Partido Laboral (PA) y mandar una "señal fuerte" que "no pueda ser malinterpretada".
El fiscal Christian Hatlo indicó que el arrestado se mostró "calmado" en todo momento, "totalmente impasible ante lo que ha sucedido" y que preguntó por qué no se había permitido el acceso a los periodistas. Tras tomarle testimonio, el juez dictó prisión provisional en completo aislamiento -sin recibir cartas, visitas o conceder entrevistas- hasta el 22 de agosto, y al menos otras cuatro semanas de prisión preventiva normal, hasta el 26 de septiembre, aunque esta podría prorrogarse.
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