Los abogados de Strauss-Kahn piden su absolución por proxenetismo agravado
Los abogados de Dominique Strauss-Kahn pidieron al Tribunal Correccional de Lille, en el norte de Francia, que absuelva al ex director gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI) de los cargos de proxenetismo agravado por los que se le juzga junto a otras trece personas.
"El dossier se ha hundido solo", resumió a la salida del tribunal Henri Leclerc, uno de los tres prestigiosos letrados que defienden a Strauss-Kahn, quien dijo que estaba convencido desde el principio de que el caso "se desmoronaría".
Leclerc, junto con los abogados Frédérique Beaulieu y Richard Malka, pidieron durante unas dos horas de alegato final que se absuelva al exministro francés de Finanzas, imputado ante la sospecha de que, más allá de beneficiarse de los servicios de varias meretrices, Strauss-Kahn manejaba una red de prostitutas a su servicio.
LA FISCALÍA, DE ACUERDO
La defensa del político socialista, al que en Francia se conoce por las siglas DSK, tuvo lugar un día después de que la fiscalía se pronunciara en el mismo sentido, al entender que se le juzga en virtud del "código penal" y no del "código moral".
"En tres líneas se dice todo: la ley, la ley. La moral, cada uno la suya. La virtud se practica, no se comenta", dijo al tribunal Leclerc, de 81 años y presidente de la Liga Francesa de Derechos Humanos entre 1995 y 2000.
El pasado lunes, varias de las acusaciones particulares renunciaron también a pedir una condena para el político socialista, ante la falta de pruebas para demostrar que este sabía que algunas de las mujeres presentes en las orgías en las que participaba eran prostitutas.
Leclerc citó la Declaración de Derechos Humanos de 1789 para subrayar que "todo lo que no es defendido por la ley no puede ser impedido" y criticó, como sus otros dos colegas en la defensa de DSK, una instrucción muy mediatizada y plagada de filtraciones a la prensa.
Los catorce procesados, doce hombres y dos mujeres, están acusados de organizar una quincena de orgías con prostitutas en Bélgica, París, Washington o Nueva York, tomando como base de operaciones el Hotel Carlton de Lille entre 2007 y 2011, cuando Strauss-Kahn aún estaba al frente del FMI.
Por los cargos que se le imputan, Strauss-Kahn podría ser condenado a una pena máxima de 10 años de cárcel y a una multa de un millón de euros.
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