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Las autoridades paquistaníes realizaron más de 5.200 arrestos y mantienen detenidas a más de 200 personas tras el atentado que el pasado domingo causó al menos 72 muertos en un parque de la ciudad de Lahore (este), informó hoy una fuente oficial.

El ministro de Justicia de la provincia del Punyab, de la que es capital Lahore, Rana Sanaullah, indicó en rueda de prensa que la gran mayoría de los detenidos fueron liberados tras ser interrogados y agregó que las fuerzas de seguridad lanzaron una gran operación antiterrorista en la región con 160 operativos de diferentes cuerpos.

Sanaullah precisó que ha habido 5.221 arrestados de los que 5.002 fueron soltados tras un interrogatorio inicial, por lo que 219 permanecen detenidos. La Policía, las fuerzas especiales y el Departamento Antiterrorista participan en la operación conjunta, indicó el ministro, para detallar que las autoridades regionales pedirán apoyo al Ejército y a las fuerzas especiales de los Rangers si fuese necesario.

Los servicios de inteligencia llevaron a cabo 88 operativos en colaboración con la Policía local, mientras que la Policía paquistaní y el Departamento Antiterrorista realizaron otros 56 y 16, respectivamente. "Algunos elementos que están tratando de crear agujeros en nuestros esfuerzos conjuntos fracasarán. Esta operación continuará con la misma pasión y pronto toda la nación saldrá victoriosa", aseveró Sanaullah.

Un insurgente de la escisión talibana Jaamat-ul-Ahrar (JuA) se inmoló en un parque de Lahore en la tarde del domingo cuando un gran número de familias se encontraban en el lugar dejando 72 muertos y más de 350 heridos, en el peor atentado en el país desde el asalto a una escuela de Peshawar (norte) en el que murieron 125 niños en 2014.

El hospital Jinnah de Lahore, el principal de la segunda ciudad en tamaño de Pakistán, mantiene ingresadas a 69 personas heridas, nueve de ellas en estado crítico, tras el atentado del domingo en un parque de la ciudad. "Nos llegaron 122 heridos el domingo tras la explosión. De ellos 69 continúan ingresados, nueve de ellos en estado grave", dijo a Efe el superintendente médico del centro, Habid ur Rehman.

El doctor afirmó que de los heridos 30 son hombres, 14 niños y 23 mujeres.

VIMOS MORIR A MUCHOS NIÑOS

El primer ministro paquistaní, Nawaz Sharif, prometió ayer en un discurso televisado luchar contra el terrorismo hasta erradicarlo. Farooq Ali cuida de su sobrino de 20 años, que recibió impactos de metralla en la explosión suicida en medio de área de atracciones para niños. "Fuimos al parque toda la familia, ocho personas. Estábamos a pocos metros de donde se produjo la explosión.

El sonido fue atronador. No sabíamos lo que ocurría. Mi mujer resultó herida, al igual que mi sobrino Zubari, que todavía se recupera", dijo a Efe Ali en la sala donde son tratadas unas 20 personas. "Vimos a gente muerta, a niños morir", indicó el paquistaní. Al lado de Ali, su sobrino dormía entubado, mientras se repetía alrededor la estampa de pacientes acostados y rodeados de médicos y familiares cuidándolos.

Entre los más jóvenes, un niño de 10 años que perdió a un hermano en el atentado, mientras que otros dos salieron ilesos. "Mi primo fue al parque con sus cuatro hijos y un sobrino. La familia esta rota", explicó Ashan Ahmed, tío del pequeño. El atentado fue perpetrado en la tarde del domingo en el parque Gulshan Iqbal, en las cercanías de una zona de juego infantil, cuando numerosas familias pasaban la tarde allí.

Un terrorista, identificado por medios locales como Salahuddin Khurasani, hizo detonar las bombas que portaba y provocó 72 muertos y 359 heridos.

MANIFESTACIONES DE MUSULMANES RADICALES

Las autoridades paquistaníes han detenido a unos 300 manifestantes en la protesta que por tercer día consecutivo mantienen alrededor de 2.000 islamistas frente al Parlamento, donde reclaman que el Estado reconozca como mártir al radical Mumtaz Qadri. Un oficial de la Policía de Islamabad que pidió el anonimato indicó a Efe que "116 de los 300 detenidos fueron llevados hoy ante tres magistrados distintos y enviados a prisión".

La fuente indicó que se han presentado cargos contra los detenidos por seis delitos diferentes, que no precisó, aunque indicó que en ningún caso los cargos fueron por terrorismo."En este momento alrededor de 1.500 a 2.000 manifestantes están todavía frente al Parlamento", añadió.

Los manifestantes han acampado en la avenida de la Constitución en la llamada Zona Roja de Islamabad, un área de alta seguridad que alberga instituciones del Gobierno y embajadas, lo que ha obstaculizado su funcionamiento y ha cortado en tráfico.

La protesta comenzó el pasado domingo al conmemorase el primer mes de la ejecución de Qadri, condenado por el asesinato confeso de un gobernador contrario al extremismo religioso, para reclamar que el ahorcado sea nombrado mártir por el Gobierno y que la celda que ocupó en la prisión sea convertida en una biblioteca.

Los concentrados exigen también que sea ejecutada la cristiana Asia Bibi, condenada a muerte por blasfemia, y que sean liberados los compañeros detenidos desde que empezó la protesta.

Qadri fue condenado por matar a tiros en Islamabad en 2011 al gobernador de la provincia oriental de Punyab, Salman Tasir, del que como miembro de las fuerzas de elite punyabíes era uno de sus guardaespaldas, tras confesar que lo hizo por considerarlo un blasfemo.

El gobernador era uno de los más firmes defensores de Bibi, condenada en un caso que adquirió mucha notoriedad incluso fuera de Pakistán, una república islámica. La ejecución de Qadri, el pasado 29 de febrero, desató protestas en diferentes partes del país y su funeral en Rawalpindi fue acompañado por decenas de miles de personas que lo despidieron como si fuera un héroe.