El asesinato de un líder opositor desata la indignación y tensión en Túnez
El primer ministro tunecino promete formación de un nuevo Gobierno
El asesinato hoy del líder opositor de izquierda Chukri Bel Aid ha desatado la indignación de la oposición política tunecina y de los ciudadanos, que han protagonizado protestas multitudinarias en todo el país para pedir la dimisión del Gobierno. El primer ministro tunecino, Hamadi Yabali, prometió hoy la formación de un nuevo Ejecutivo para la celebración de elecciones lo antes posible.
En un discurso a la nación pronunciado pocas horas después del asesinato del político opositor Chukri Bel Aid, Yabali aseguró que la misión del nuevo Ejecutivo será salir "de esta situación excepcional lo antes posible".
En Túnez capital, y en otras ciudades como Gafsa, Sfax, Susa, Monastir, Siliana, El Kef , Sidi Busid, Kebili y Medenin, miles de manifestantes se concentraron,previamente de manera espontánea para condenar el asesinato a tiros esta mañana de Bel Aid, dirigente del Partido de los Patriotas Demócratas Unificados (PPDU), que había comenzado su carrera política en la clandestinidad.
En la capital, la Policía disolvió con contundencia a los varios miles de ciudadanos que confluyeron en la céntrica avenida Habib Burguiba, frente al Ministerio del Interior, al grito de "Ali Laridi (Ministro de Interior), vete, y "Gobierno, vete".
Paralelamente, los principales partidos de la oposición, reunidos en torno a la alianza liderada por la formación del exprimer ministro tunecino Beyi caid Essebsi, "Nidá Tunis", y a la plataforma de izquierda "Frente Popular por los Objetivos de la Revolución", en la que estaba integrado el partido de Bel Aid, anunciaron su retirada temporal de la Asamblea Nacional Constituyente.
Al mismo tiempo pidieron la dimisión del Gobierno, del primer ministro y de los presidentes del país y del Parlamento.
En una rueda de prensa encabezada por Hama Hamami, líder del Partido de los Obreros Comunistas de Túnez (POCT), principal agrupación del Frente Popular, la oposición llamó también a una huelga general coincidiendo con la celebración del funeral de Bel Aid.
La oposición responsabiliza al Gobierno y a Rachid Ganuchi, máximo líder de Al Nahda, principal partido de la alianza gubernamental, del asesinato tras varios meses de intermitentes oleadas de violencia contra líderes políticos y sindicales así como artistas y algunos periodistas.
Hamami responsabilizó al Gobierno del asesinato de Bel Aid por no haber "querido escuchar las advertencias lanzadas por la oposición desde hace un mes".
Los líderes de la oposición culpan a las Ligas de Protección de la Revolución (LPR), compuesta por salafistas y simpatizantes de Al Nahda, de estar detrás de estos ataques que comenzaron poco después del triunfo del levantamiento que el 14 de enero de 2011 derrocó al dictador Zin el Abidín Ben Ali.
Tras el asesinato de Bel Aid, el partido Al Nahda condenó enérgicamente el ataque y llamó a la calma y a la unidad de todas las fuerzas políticas.
"Hay que llamar a la calma y a la unidad nacional para detener la violencia política y a favor del interés general", dijo a Efe el portavoz de este partido de corriente islámica, Faisal Naser.
En un comunicado, Al Nahda declaró, además, que el ataque fue perpetrado contra "la seguridad y la estabilidad del país".
En una nota, el partido gubernamental responsabilizó de lo ocurrido a "grupos conspiradores", que no citó, y llamó a los cuerpos de seguridad a "emplearse a fondo para detener a los responsables y presentarlos ante la justicia".
Asimismo, instó a todos los partidos, activistas y ciudadanos "a la solidaridad y a la unión, a no bajar la guardia y a no dar oportunidades a aquellos que quieren golpear la paz social, la convivencia pacífica entre los tunecinos y empujar al país hacia la violencia".
El asesinato de este líder político que contaba con grandes simpatías en las zonas obreras del país, coincide con un momento de profunda crisis entre las formaciones de la alianza gubernamental, constituida por Al Nahda, el Congreso por la República (CPR) y el Takatul.
Hace sólo tres días, el CPR, del presidente interino tunecino, Monsef Marzuki, amenazó con abandonar el Gobierno tripartito de coalición si no se satisfacían una serie de demandas políticas, entre ellas la dimisión de los ministros de Justicia y Exteriores.
El partido de Marzuki dio un plazo de una semana a Al Nahda, partido mayoritario de la alianza, para que respondiera a su solicitud.
El ultimátum del CPR se sumaba a las protestas del tercer partido del tripartito, el Takatol, liderado por Mustafa Ben Yafaar, presidente de la Asamblea Legislativa, que hace una semana también amenazó con romper la alianza si no se producía un relevo a la cabeza de ambos ministerios.
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