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Los dos candidatos favoritos a ganar la presidencia de Honduras se autoproclamaron vencedores de los comicios, en una jornada marcada por la alta concurrencia de votantes y cuyos resultados oficiales preliminares dan un triunfo relativamente holgado al aspirante oficialista.

Los autoproclamados ganadores de la contienda son Xiomara Castro, esposa del derrocado Manuel Zelaya y abanderada del partido Libertad y Refundación (Libre, izquierda), y Juan Orlando Hernández, del gobernante Partido Nacional (conservador).

La actitud de los políticos contrastó con la del Tribunal Supremo Electoral, que al emitir su segundo boletín oficial con resultados basándose en el 42 por ciento de los escrutinios, que daba la ventaja a Hernández con el 34,15 por ciento de los votos, insistió en que esos resultados no significaban ni la proclamación de un vencedor ni el establecimiento de una tendencia.

En otras elecciones en Honduras lo normal fue que un candidato a presidente se declarara ganador, incluso horas antes de que finalizaran las votaciones, y que el contendiente reconociera la derrota.

En esta ocasión, la primera en cantar victoria fue Castro, quien lo hizo antes de que el Tribunal Electoral diera el primer informe preliminar, que situó a Hernández a la cabeza del proceso con más del 34,97 por ciento de los votos basándose en el 24 por ciento de los escrutinios.

"Soy la presidenta de Honduras", dijo Castro a los periodistas, al citar las encuestas a pie de urna que estaba recibiendo su partido y que le darían el triunfo con un 29 por ciento, según dijo.

Minutos después la autoridad electoral emitió su primer boletín oficial, que la situaba segunda con el 28,36 por ciento de los votos. "Hoy podemos declarar victoria en nuestro Partido Libertad y Refundación", subrayó Castro en su discurso de autoproclamación, en el que agradeció "al pueblo hondureño por la altura y la democracia" demostrada en la jornada electoral y prometió no defraudarles.

El triunfo de Hernández lo anunció desde un hotel capitalino su compañero de fórmula, Ricardo Álvarez, quien además señaló que el candidato del Partido Nacional ya había comenzado a recibir felicitaciones de reconocidas figuras políticas del exterior. Entre las personalidades que han felicitado a Hernández figura el presidente de Panamá, Ricardo Martinelli, según informó a Efe el embajador de Honduras en Washington y miembro del Partido Nacional, Ramón Hernández Alcerro.

Más tarde, el candidato del Partido Nacional acompañado de muchos de sus seguidores llegó al mismo hotel y dijo que en ese momento le estaba "llamando el presidente (Juan Manuel) Santos de Colombia", lo que le hizo demorar su discurso declarándose ganador.

También recibió mensajes del presidente de Guatemala, Otto Pérez, y del exgobernante de El Salvador Elías Antonio Saca, según dijo. "El pueblo hondureño habló, se manifestó, y les recuerdo que la voz del pueblo es la voz de Dios", dijo Hernández, quien agregó que los hondureños también votaron por dejar atrás la crisis política originada tras el golpe de Estado que en junio de ese año derrocó al entonces presidente Zelaya.

El candidato oficialista es también el presidente del Parlamento hondureño, cargo del que se retiró temporalmente para dedicarse a la campaña por la presidencia de Honduras, un país acosado por la violencia, que cobra la vida de una veintena de personas al día, el narcotráfico y una crisis económica sin precedentes, entre otros males.

Tras las autoproclamaciones de Castro y Hernández, la empresa privada de Honduras pidió a los políticos "tolerancia" y abogó porque se respete la decisión de los votantes en las urnas.

CON EL 42 POR CIENTO DE LOS VOTOS ESCRUTADOS

Según el segundo boletín oficial preliminar de la autoridad electoral, con el 42 por ciento de los votos escrutados, Hernández seguía primero en las elecciones con el 34,15 por ciento de los votos, seguido por Castro con el 28,45 por ciento.

El presidente del Tribunal Supremo Electoral, David Matamoros, mantuvo en su nueva alocución nacional que no había otra voz oficial que la de ese organismo, en alusión a los autoproclamados. En Honduras no hay segunda vuelta electoral, y el ganador de hoy será el sucesor del actual presidente, Porfirio Lobo, a partir del 24 de enero de 2014.

Más allá del inusual cierre del proceso, los comicios transcurrieron este domingo en un clima de paz y tranquilidad que incluso sorprendió a algunos observadores, con la salvedad del asesinato a tiros de cinco personas a pocos metros de un centro de votación en la región conocida como La Mosquitia, donde campea el narcotráfico.

Unos 5,3 millones de hondureños fueron convocados a las urnas para elegir al presidente, tres vicepresidentes, 128 diputados al Congreso Nacional, 20 al Parlamento Centroamericano y 298 corporaciones municipales.