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Las cenizas del nobel de la Paz chino, Liu Xiaobo, han sido esparcidas en el mar en un acto en presencia de su viuda, Liu Xia, informaron hoy las autoridades chinas en una rueda de prensa en la que también participó un hermano del disidente.

Tras celebrarse una breve ceremonia esta mañana, la familia "vació la urna en el vasto océano", señaló un funcionario del Gobierno de Shenyang, ciudad en la que Liu Xiaobo falleció bajo custodia el jueves, durante una rueda de prensa retransmitida por algunos canales en internet en la que no se permitieron preguntas.

Las autoridades mostraron una serie de fotografías y un vídeo donde se puede ver a la viuda, Liu Xia, y a otros familiares en un barco, despidiéndose por última vez del nobel de la Paz acompañados de más personas sin identificar.

En la conferencia de prensa, también participó el hermano mayor de Liu Xiaobo, Liu Xiaoguang, quien reiteró en numerosas ocasiones su gratitud por la "humanidad" que ha mostrado el gobernante Partido Comunista y aseguró que el tipo de funeral escogido había sido decisión de la familia.

Amigos del nobel y de su mujer criticaron duramente la actitud del hermano, comentando que hacía años que habían perdido relación, y se mostraron seguros de que el Gobierno también ha impuesto la forma en la que despedir para siempre al renombrado disidente.

"¿Por qué una despedida en el mar? Porque el Gobierno tiene miedo de que cada año la gente vaya a su tumba a conmemorarle, a protestar", explicó Ye Du, poeta y amigo de la familia, en un mensaje enviado a Efe y a otros medios.

Activistas y allegados denunciaron que las autoridades no les habían permitido viajar a Shenyang ni para ver al nobel cuando estaba hospitalizado ni para asistir a su funeral, y pidieron la liberación de la viuda, Liu Xia, quien temen que está bajo control del régimen.

Liu Xiaobo murió el jueves a los 61 años por un cáncer de hígado en fase terminal que se le había diagnosticado hacía poco, y cuando se encontraba en un hospital custodiado por las fuerzas de seguridad chinas, sin haberle sido concedido su último deseo: buscar ayuda médica en el extranjero junto a su familia y, en el supuesto de morir, hacerlo en un país libre.