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La exhibición de caricaturas de Mahoma en la antigua capital federal Bonn, por parte de la formación ultraderechista alemana Pro-NRW, derivó la noche pasada en violentos enfrentamientos con un grupo de salafistas, con un centenar de detenidos y una treintena de policías heridos.

Dos agentes fueron ingresados con heridas graves con arma blanca, informaron hoy fuentes policiales, según las cuales los presuntos agresores están entre los detenidos.

El detonante de los disturbios fue una acción de Pro-NRW, grupo islamófobo radicado en el estado de Renania del Norte-Westfalia (oeste), que el pasado 1 de mayo inició una provocativa campaña de exhibición en las inmediaciones de mezquitas de caricaturas de Mahoma, incluidas algunas del dibujante danés Kurt Westergaard.

La acción de Pro-NRW concentró a apenas una treintena de seguidores de la formación, frente a unos 600 manifestantes contrarios a la formación, incluido un numeroso grupo de miembros de la minoría salafista.

La policía había dispuesto un poderoso cordón de seguridad en previsión de incidentes, pero finalmente un grupo de salafistas se lanzó sobre el expositor, lo que derivó en violentos enfrentamientos con los agentes.

El partido islamófobo inició el pasado 1 de mayo su campaña de exhibición de esas caricaturas, después de ser autorizado por un tribunal de dicho "Land" y en contra del parecer del estamento político, que lo considera una provocación.

La acción derivó ya entonces en violentos incidentes en la ciudad de Solingen, cuando un grupo de salafistas rompió el cordón policial y se lanzó con piedras y palos contra el expositor de Pro-NRW.

Renania del Norte-Westfalia, el estado más poblado del país, es la zona de actuación de Pro-NRW, una formación marginal aparecida hace unos años y contraria a la construcción de mezquitas, que concurre a las elecciones de ese "Land", el próximo domingo.

En sus expositores, los utraderechistas presentaron varios dibujos de Westergaard, la publicación de cuyas caricaturas, en 2005, desataron violentos incidentes en todo el mundo islámico.

El propio Westergaard se distanció del propósito de la formación y recordó que su intención el dibujarlas no fue alimentar la islamofobia sino dar un mensaje por la libertad de expresión.

Pro-NRW está bajo vigilancia de los servicios secretos de Interior, lo mismo que los salafistas.

Este colectivo, con unos 2.500 miembros de los 3,5 millones de musulmanes de Alemania, provocó recientemente un gran revuelo, con un reparto masivo de ejemplares del Corán, gratis y en alemán, cuestión que desató la alarma política y policial en el país.