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La comunidad internacional tiende la mano a Mursi y le pide moderación y respeto
La comunidad internacional felicitó hoy al islamista Mohamad Mursi por su victoria electoral y coincidió en pedirle que sea un presidente moderado, respetuoso con la diversidad del país y trabaje "en favor de la reconciliación".
En un comunicado, la Casa Blanca confió en que este veterano miembro de los hermanos Musulmanes forme un gobierno "cimentado en el respeto mutuo", al tiempo que subrayó el hito democrático logrado por el pueblo egipcio.
"Esperamos poder trabajar con el presidente electo Mursi y el gobierno que forme, en las bases del respeto mutuo, para que se avance en los intereses compartidos entre Egipto y EE.UU.", explicó la nota.
Estados Unidos, aliado de Egipto e importante fuente de ayuda militar a El Cairo, pidió a Mursi "que avance en este momento histórico hacia la unidad teniendo en cuenta a todos las partes en la formación de un nuevo gobierno", sin olvidar el respeto a la minorías religiosas, como los coptos.
"Creemos que es esencial para el Gobierno egipcio continuar manteniendo el papel de pilar en la paz, seguridad y estabilidad en la región", agregó.
En la misma línea se expresó Israel, país que tiene sellado con Egipto un acuerdo de paz desde 1979 que tradicionalmente ha sido criticado por los islamistas.
La oficina del primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, manifestó que "Israel valora el proceso democrático en Egipto y respeta los resultados de las elecciones presidenciales".
"Israel espera seguir la cooperación con el gobierno egipcio en base al tratado de paz entre los dos países, que es de interés común de ambos pueblos y contribuye a la estabilidad regional", añade la nota.
La proclamación de Mursi, tras una semana de tensión tanto en el país como en la comunidad internacional por las sospechas sobre el proceso democrático, también fue acogida con optimismo por la Unión Europea.
La alta representante de la UE para política exterior, Catherine Ashton, tendió la mano al líder islamista, y le pidió que gobierne de forma "inclusiva y representativa de la diversidad" del país.
El presidente galo, François Hollande, también se mostró dispuesto a colaborar y subrayó la importancia de que la transición, iniciada en 2011, prosiga con el objetivo de establecer un sistema político "democrático y pluralista"
Deseos similares expresó el ministro de exteriores italiano, Giulio Terzi quien felicitó todos los egipcios y al propio Mursi por "la demostración de democracia" que han dado.
Su colega, el ministro británico de Asuntos Exteriores, William Hague, animó al presidente electo a centrarse en la unidad nacional y la reconciliación y le alentó a apoyar los derechos humanos defendidos por aquellos que se levantaron contra la dictadura de Hosni Mubarak.
"Un Gobierno con autoridad para apoyar las reformas y un nuevo Parlamento y una Constitución que representen los intereses de todos los egipcios, serán pasos importantes hacia la transición democrática", agregó el ministro británico.
Con el mismo discurso, el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, mostró su confianza en que Mursi no escatimará esfuerzos para asegurar que los egipcios cumplen sus aspiraciones para lograr una mayor democracia, la promoción de los derechos humanos, y un Egipto más próspero y estable para todos los ciudadanos".
En Oriente Medio, el primero en reaccionar fue el movimiento islamista Hamas, que gobierna en Gaza y comparte ideología con los Hermanos Musulmanes.
Hamás consideró que la victoria de Mursi significa un impulso para la resistencia contra la ocupación israelí, y un golpe para "Israel y sus agentes en la región".
El movimiento, cuyo primer ministro, Ismail Haniya, fue uno de los primeros en telefonear este sábado a Mursi, también expresó su confianza en que la victoria islamista ayude a superar los últimos obstáculos que bloquean la franja de Gaza, sometida antaño a un férreo bloqueo por parte de Israel y del propio Mubarak.
Las propia ciudad de Gaza estalló en júbilo y alegría nada más conocerse los resultados, con miles de simpatizantes de Hamás festejando el triunfo en las calles mientras hacían sonar las bocinas de sus vehículos con intensidad y repartían dulces entre los viandantes.
La felicitación también le llegó a Mursi desde Emiratos Árabes Unidos (EAU), país que instó a los egipcios a que se unan para alcanzar la estabilidad.
En un comunicado, el Ministerio emiratí de Asuntos Exteriores destacó el interés con que su país ha seguido el proceso electoral y subrayó que respetan "la elección del pueblo egipcio en su camino hacia la democracia".
MURSI, PRIMER PRESIDENTE CIVIL DE EGIPTO DESDE 1952
La victoria de Mursi le convierte en el primer presidente de Egipto tras la caída de Hosni Mubarak, en febrero de 2011, y en el primer jefe de Estado civil elegido desde el golpe de Estado de 1952 que derrocó al último monarca del país, Faruk I.
Poco después de oficializarse su victoria, Mursi honró su compromiso y abandonó su pertenencia a la Hermandad y a su Partido Libertad y Justicia (PLJ), que él mismo preside.
Pese a ello, el poco carismático Mursi es muy consciente de que su presidencia nace vacía de un buen número de prerrogativas ejecutivas, arrancadas por la Junta Militar en una veloz maniobra nada más cerrarse los colegios electorales el 17 de junio.
Por esa razón, los Hermanos Musulmanes dijeron este viernes que mantendrán en Tahrir la protesta iniciada el pasado martes contra las enmiendas constitucionales aprobadas por los generales y contra la disolución del Parlamento -donde también tienen mayoría- ordenada por el Tribunal Constitucional el 14 de junio.
Mursi ya ha lanzado su primer envite a la cúpula castrense al anunciar que solo jurará su cargo ante el Parlamento, y no ante el Tribunal Constitucional, como estipula la constitución provisional en caso de que el Legislativo haya sido disuelto.
Mientras, en Tahrir era momento para la alegría desbordante, pero también para insistir en las demandas.
"Estamos muy felices pero seguiremos reivindicando, porque hasta ahora hemos conseguido nuestra libertad gracias a la fuerza del pueblo", dijo a Efe Mohamed Abu Leila, uno de los acampados en Tahrir.
El canto más entonado en Tahrir fue "Una sola mano", eslogan de la revolución contra Mubarak y ahora recuperado por los manifestantes, aunque en la plaza la única mano que se veía era básicamente la islamista.
Otro partidario de Mursi, Badaui Saui, profesor en la prestigiosa institución islámica de Al Azhar, consideraba que el triunfo de Mursi equivale a la victoria de la revolución, y que, de no haberlo hecho los egipcios hubieran sido "una burla para todo el mundo".