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(Actualizado

Un cuidador polaco, en prisión preventiva en Alemania desde febrero pasado por robar y matar a un hombre de 87 años tras haberle suministrado insulina, ha sido acusado de momento de seis muertes, tres intentos de asesinato y tres casos de lesiones físicas graves.

El acusado, de 36 años y diabético, reconoció haber suministrado insulina a doce de sus pacientes -los casos que se han podido probar-, pero negó que su intención fuera matarlos.

Confesó, asimismo, haber registrado las viviendas de sus pacientes en busca de objetos de valor.Tres de las muertes se produjeron en Baviera y las otras tres en Schleswig-Holstein, Baden-Württemberg y Baja Sajonia.

De momento la fiscalía y la policía han podido precisar hasta 68 localidades en las que el cuidador, Grzegorz W., prestó sus servicios, por regla general por un período muy corto, aunque han solicitado la colaboración ciudadana para determinar dónde más pudo haber trabajado en toda la geografía alemana.