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El desfile de la Fiesta Nacional francesa en París estuvo marcado por la presencia del México como invitado oficial, pero también por el homenaje a las tropas y las fuerzas del orden que participan en la lucha antiterrorista, tras los atentados de enero en la capital.

El presidente francés, François Hollande, acompañado a su derecha por su homólogo mexicano, Enrique Peña Nieto, y por la esposa de éste, Angélica Rivera, ocuparon el centro de la tribuna instalada en la plaza de la Concordia por donde fueron pasando los más de 3.500 militares que descendieron los Campos Elíseos a pie.

En cabeza de todos ellos hubo 157 soldados mexicanos de las escuelas militares de los ejércitos de Tierra, de la Marina y del Aire, así como miembros de la Gendarmería.

A continuación, en representación de los cuerpos de intervención de las fuerzas del orden que neutralizaron a los yihadistas que atentaron en París a comienzos de París les siguieron agentes del Grupo de Intervención de la Gendarmería Nacional (GIGN), policías del RAID y de la BRI, protegidos por cascos y gafas de sol para garantizar su anonimato.

Les siguieron alumnos de diferentes escuelas militares francesas, paracaidistas, bomberos de París, personal médico, policías del escuadrón motociclista, tanques o miembros de la Guardia Republicana a caballo. Para terminar, tras el paso de una treintena de helicópteros llegaron en paracaídas siete soldados de las fuerzas aerotransportadas con sede en Pau.

Antes del desfile en tierra, el evento había comenzado hacia las 10.45 (8.45 GMT) con el sobrevuelo de la avenida de los Campos Elíseos de 67 aviones, en primer lugar la Patrulla de Francia que trazó con columnas de humo los colores de la bandera francesa.

En ese dispositivo había, además de los habituales cazas Rafale y Mirage, un avión de transporte militar Airbus A400M del Ejército francés, pero también dos aeronaves del Ejército español (un C-130 y un CN-295) y un avión de combate belga (un Alphajet).

En torno al desfile, este año se habían reforzado las medidas de seguridad para tener en cuenta el alto nivel de alerta antiterrorista, lo que en total había significado la movilización de 7.000 personas.

Durante toda la jornada festiva en París -que debe terminar esta noche con los tradicionales fuegos artificiales en el Campo de Marte, junto a la Torre Eiffel-, el dispositivo de protección está integrado por 11.200 personas entre militares y policías.

El primer ministro, Manuel Valls, en declaraciones al canal BFM TV, puso el acento en que "la alerta terrorista nunca ha sido tan grande", y recordó que las tropas francesas realizan misiones para evitar esa amenaza en Mali, en otros países del Sahel, en Irak, pero también en el propio territorio francés.

Se refería a los 7.000 militares de la operación Sentinelle desplegados desde los atentados de enero por toda Francia, pero sobre todo en París y en su región (un 57 % del total) para proteger en gran medida instalaciones estratégicas y centros religiosos susceptibles de ser objeto de ataques.