Cinco detenidos por la masacre en la universidad keniana
Obama condena el "brutal" atentado en una universidad keniana
Al Shabab amenaza con más ataques si Kenia no retira sus tropas de Somalia
La policía keniana ha arrestado a otros tres hombres en relación con la masacre que el pasado jueves dejó 148 muertos en la Universidad de Garissa, en el noreste de Kenia, cuando intentaban huir a Somalia, informaron hoy medios locales.
Se cree que los tres detenidos, que se suman a otros dos que ya habían sido apresados, son cómplices del presunto cerebro de la matanza, un residente local llamado Mohamed Kuno que ha sido vinculado con otros ataques del grupo islamista en el noreste de Kenia.
Por el momento no han trascendido nombre ni nacionalidades de los detenidos, aunque se espera que los interrogatorios puedan ofrecer más detalles sobre la preparación del ataque y aportar pistas importantes para capturar a Kuno.
El Gobierno ha ofrecido una recompensa de 20 millones de chelines (unos 200.000 euros) por cualquier información que lleve a la detención de Kuno, que está huido desde el pasado mes de diciembre.
Según un informe de seguridad al que ha tenido acceso el periódico Daily Nation, Kuno es un antiguo profesor de una madraza de Garissa y utiliza hasta tres apodos: Sheij Mahamad, Dulyadin y Gamadheere.
Kuno se unió a la militancia islamista cuando todavía existía la Unión de Tribunales Islámicos (UTI), que acabaría escindido en varios grupos, entre los que luego destacaría Al Shabab, en el que entró en 2009.
El informe también asegura que Kuno es el líder de Al Shabab en la región somalí de Juba, que hace frontera con las provincias kenianas más afectadas por los ataques del último año: Mandera, Wajir, Garissa y Lamu.
El pasado jueves un grupo de milicianos de Al Shabab entró en la Universidad de Garissa y tras 16 horas de combates mató a 148 personas, de las que 142 eran estudiantes y 6 miembros de las fuerzas de seguridad.
Se trata del ataque más mortífero perpetrado por el grupo islamista en Kenia y el segundo con más víctimas después del atentado de 1998 contra la embajada de Estados Unidos en Nairobi, que dejó 213 muertos.
El grupo islamista somalí Al Shabab amenazó hoy con perpetrar más ataques en Kenia como el que el jueves dejó 148 muertos en la Universidad de Garissa si el Gobierno no retira todas las tropas que tiene desplegadas en Somalia, según un comunicado difundido por la organización terrorista.
En la nota, titulada "Enterrando las esperanzas de Kenia", Al Shabab advierte que la presencia del Ejército keniano en Somalia, al que acusa de matar a civiles y bombardear pueblos, conllevará más represalias contra la población keniana, a la que hace responsable indirecta por haber elegido al Gobierno actual.
"Mientras vuestro Gobierno persista en seguir el camino de la opresión, ponga en práctica políticas represivas y continúe con la sistemática persecución de musulmanes inocentes, nuestros ataques también continuarán", reza el comunicado.
CONDENA INTERNACIONAL
El presidente estadounidense, Barack Obama, habló ayer con su homólogo keniano, Uhuru Kenyatta, para darle el pésame por el "brutal" asesinato de 147 personas en un ataque del grupo terrorista Al Shabab en una universidad en el este de Kenia.
En un comunicado, el presidente y su esposa, Michelle, expresaron su "horror y tristeza" por el atentado de la universidad de Garissa.
Los terroristas consiguieron acceder a las residencias donde se alojan los universitarios en el campus tras enfrentarse en un tiroteo con los policías que custodiaban la entrada a esta zona.
Los atacantes ejecutaron uno a uno a los estudiantes, tras preguntarles si no eran musulmanes.
"Las palabras no puede expresar adecuadamente las atrocidades terroristas que han tenido lugar en la universidad de Garissa, donde hombres y mujeres inocentes fueron masacrados brutal y descaradamente", afirmó Obama.
El mandatario estadounidense aseguró que "el futuro de Kenia no quedará definido por la violencia y el terror; tomará forma por los jóvenes como los de la universidad de Garissa, por su talento, sus esperanzas y sus logros".
El mandatario reiteró el apoyo de Estados Unidos para luchar contra la milicia islamista de Al Shabab y recordó que transmitirá ese mismo mensaje cuando visite el país africano en julio.
Según la Casa Blanca, Obama y el líder keniano tratarán en esas visita "el fortalecimiento de la cooperación antiterrorista" y continuarán construyendo conjuntamente un "próspero futuro para Kenia y toda la región".
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