La contienda electoral en Egipto se presenta muy disputada a tenor de las opiniones de los primeros votantes que se han acercado a los colegios esta mañana para elegir entre el ex primer ministro Ahmed Shafiq y el islamista Mohamed Mursi.
Entre los votantes consultados por Efe en los colegios cairotas de Abdin y Mohamed Farid, en el barrio de Abdin; Al Talía, en Sayida Zeinab; e Ibrahimiya, en Garden City, ninguno de los dos aspirantes se erigía como favorito indiscutible.
A primera hora de la mañana, destacaba la presencia de personas mayores en las colas de los colegios electorales, muchos de los cuales esperaban pacientes sentados a la puerta de los centros de votación en asientos improvisados, frente a la escasa concurrencia de jóvenes.
El intenso calor que hoy azota la capital egipcia no ha disuadido a los votantes, muchos de ellos mujeres, de acudir este sábado a sufragar a los colegios, vigilados por los cerca de 150.000 militares que custodian los alrededores.
"He votado por el candidato de la revolución y no por el aspirante del antiguo régimen", apuntó el ingeniero aeronáutico Raduan Salah, de 64 años, en referencia a Mursi, dirigente del Partido Libertad y Justicia, de los Hermanos Musulmanes.
Para Salah, que iba acompañado por su mujer, el país se encuentra "en una situación muy crítica, en un punto de no retorno tras la revolución, que no ha concluido".
Salah, que votó por el mismo candidato en la primera vuelta, consideró que los revolucionarios se han equivocado en su estrategia, "porque han estado muy divididos, si hubiera habido un aspirante único desde el principio, no habría tantos problemas".
El ingeniero y su esposa acababan de depositar su voto en la escuela Ibrahimiya donde no había colas de votantes, en comparación con otros centros de los barrios de Abdin y Sayida Zeinab.
De la misma opinión era Mahmud, un estudiante de 22 años, que explicó a Efe que había votado por Mursi porque "es el único capaz de arreglar la situación".
Además, "me gustan los Hermanos Musulmanes porque en mi barrio (Sayida Zeinab) ofrecen muchos servicios importantes para la población como centros sanitarios", indicó Mahmud, que destacó que votó por Mursi en la primera vuelta.
La mayoría de las personas consultadas por Efe eran votantes convencidos, y muy pocos habían optado por un candidato distinto en la primera vuelta.
Uno de estos últimos era Hasem Gamal Edin, de 49 años, que votó en la primera vuelta por el exministro de Asuntos Exteriores Amro Musa y ahora ha optado por el último jefe de Gobierno del régimen de Mubarak, Ahmed Shafiq.
"Estamos ante una situación desastrosa y ahora mismo el único que puede arreglarla es Shafiq", apuntó Gamal Edin, para quien el ex primer ministro "es un hombre fuerte capaz de restaurar la seguridad y con experiencia".
La joven Marina, una estudiante cristiana de 21 años, afirmó a Efe que ha elegido a Shafiq: "No quiero que haya islamistas en el poder y por eso me parece bien que la Junta Militar disolviera el Parlamento la semana pasada", aseguró mientras esperaba para entrar para votar en una de las aulas del colegio Abdin.
"Ahora mismo Shafiq es la única garantía de que vamos a tener un Estado civil", subrayó la joven, que fue a votar con unas amigas.
Otra partidaria de Shafiq era Marwa, una mujer vestida con "niqab" (velo que cubre toda la cara menos los ojos), que consideró que "los islamistas han demostrado que no son capaces de gobernar bien tras la experiencia en el Parlamento".
Hasta el momento, la jornada electoral transcurre con normalidad democrática y sin apenas incidentes; hay colas de votantes en los colegios pero son fluidas.
En la escuela Ibrahimiya, uno de los jueces que supervisan el proceso, Emad Addaui, resaltó que tan solo a primera hora de la mañana hubo mucho ajetreo por el gran número de votantes que acudió a sufragar.
"Todo el mundo sabe lo que tiene que hacer, incluso las personas mayores", indicó el juez.