Las escuelas de Nueva York abrieron este lunes sus puertas, mientras volvían a funcionar algunos tramos de la red del metro y del tendido eléctrico, que aún presenta serias averías, una semana después del devastador paso del huracán "Sandy".
Un total de 65 de los más de 1.100 colegios públicos de la ciudad siguen sin actividad docente debido a los daños causados por el huracán o porque todavía se usan como albergues o centros de almacenamiento de ayuda para los damnificados.
El metro reabrió también al tráfico nuevos tramos, aunque todavía cuatro de las 23 líneas que tiene no funcionan parcial o totalmente.
La electricidad también se recupera progresivamente y esta mañana eran ya menos de 100.000 los abonados sin este servicio básico, frente a los 660.000 que lo perdieron inicialmente a consecuencia de la gran tormenta, que causó 40 muertos y graves daños, sobre todo en zonas bajas de la ciudad y sus aledaños. No obstante, la falta de suministro sigue afectando a más de un millón de personas en la costa este.
Otra cuestión que ha mejorado también es el suministro de gasolina, ya que la escasez se está solucionando tras las medidas dispuestas en los últimos días por las autoridades para agilizar el aprovisionamiento.
Sin embargo, sigue habiendo problemas y muchos usuarios debieron hacer largas colas este fin de semana para repostar en las gasolineras.