El Reino Unido despedirá el miércoles 17 de abril a su ex primera ministra Margaret Thatcher con un cortejo fúnebre por las calles de Londres y un suntuoso funeral con honores militares, similares a los que se llevaron a cabo en memoria de la Reina Madre y la princesa Diana de Gales.
Los restos de la "Dama de Hierro", fallecida ayer a los 87 años de un derrame cerebral, serán trasladados por un séquito militar desde el palacio de Westminster hasta la catedral de San Pablo, en el distrito financiero de la City, donde se oficiará un servicio fúnebre al que asistirán la reina Isabel II de Inglaterra y su esposo, el duque de Edimburgo.
Familiares de Thatcher y representantes del Palacio de Buckingham cerraron hoy los detalles de una ceremonia solemne que estará solo un peldaño por debajo de un funeral de Estado reservado para los monarcas, pero que puede extenderse a otras personalidades con el permiso de la Reina y el voto favorable del Parlamento.
Thatcher, sin embargo, rechazó en vida que se acordara para ella una excepción que se ha concedido en la historia a unos pocos héroes británicos, como al almirante Nelson (vencedor en la batalla de Trafalgar), el duque de Wellington, que derrotó a Napoleón en Waterloo, o Winston Churchill, que lideró el Reino Unido durante la II Guerra Mundial.
El funeral de Churchill se convirtió, en 1965, en una de las mayores reuniones de jefes de Estado mundiales conocidas hasta entonces y fue la última ocasión en la que asistió al servicio fúnebre de un primer ministro británico Isabel II, quien casi medio siglo después acudirá a una ceremonia que será televisada en directo.
Si bien Thatcher, conocida entre otras cosas por su austeridad, no quería que la Cámara de los Comunes debatiera un presupuesto para un acto fastuoso como es un funeral de Estado, el día 17 el Reino Unido la despedirá con un homenaje que no ahorrará en pompa y que guardará pocas diferencias con un funeral del mayor rango.
Además del servicio religioso en la catedral de San Pablo, al que seguirá un entierro privado, el palacio de Buckingham y los familiares de Thatcher han querido dar un cariz público a la despedida con una comitiva que recorrerá las calles de Londres.
La víspera del funeral, el cuerpo de la exprimera ministra descansará en la capilla de Santa María, en el palacio de Westminster, y el miércoles un carro de artillería tirado por caballos la trasladará desde la iglesia de Clement Danes, la capilla de la Fuerza Aérea británica, hasta San Pablo.
Los británicos podrán dar así su último adiós a la "Dama de Hierro", que expresó su deseo de que sus restos no se expusieran en Westminster, como sí ocurrió antes del funeral de la Reina Madre, en 2002.
HOMENAJE EN LA CAMARA DE LOS COMUNES
La antigua líder del Partido Conservador, la única mujer que ha ocupado el puesto de primera ministra en el Reino Unido entre 1979 y 1990, falleció ayer en una cama del exclusivo hotel Ritz de la capital británica, al que se había trasladado después de someterse a una operación en enero.
La llamada "Dama de Hierro" padecía demencia senil y falleció ayer por la mañana a causa de una apoplejía a los 87 años, según informó su portavoz, Timothy Bell.
Este miércoles, la Cámara de los Comunes británica se reunirá en sesión extraordinaria, interrumpiendo el actual receso parlamentario, para rendir tributo a la ex primera ministra conservadora, la única mujer que ha estado en el poder en el Reino Unido y la que mayor tiempo lo ha ocupado, un total de once años.
Su muerte ha condicionado la agenda política británica, hasta el punto de que la Cámara de los Comunes interrumpirá mañana su receso parlamentario para celebrar una sesión extraordinaria que rinda tributo a una de las personalidades políticas que ha despertado mayores sentimientos encontrados en la historia del Reino Unido.
El exprimer ministro laborista del Reino Unido Tony Blair calificó a la que fuera jefe del gobierno conservador entre 1979 y 1990, Margaret Thatcher de "imponente" figura política que tuvo un "vasto impacto global".
"Muy pocos líderes logran cambiar no solo el panorama político de su país sino el del mundo entero", señaló en un comunicado Blair, para quien la "dama de hierro" era "una verdadera líder".
Blair subrayó que "algunos de los cambios" que acometió Thatcher durante su etapa en el poder se mantuvieron, "al menos en ciertos aspectos", cuando él accedió al 10 de Downing Street, en 1997, y fueron imitados además por "gobiernos de todo el mundo".
Tanto desde las filas conservadoras como desde las laboristas se ha rendido homenaje a Thatcher tras su muerte, si bien algunas voces críticas se han levantado para cuestionar el gasto público que supondrán los actos de los próximos días.
"No sé por qué estamos malgastando el dinero de los contribuyentes en una sesión adicional del Parlamento. Es perfectamente válido que cuando un primer ministro muere se le rinda tributo, pero lo podríamos hacer perfectamente el lunes", señaló el diputado laborista John Mann, a quien una cita con el dentista le impedirá asistir mañana a los Comunes.
El exlaborista George Galloway, diputado del Partido Respect, tampoco acudirá a la sesión, en la que considera que se hará "un panegírico" de Thatcher en lugar de "un debate real sobre su legado".