(Actualizado

El padre de los tres hermanos españoles que murieron ayer en un incendio en un centro comercial en Doha dijo hoy a Efe que "tardaron hora y media en sacar a los niños y cuando lo hicieron, la mayoría estaban muertos", lo que coincide con el testimonio de testigos que se quejan de retrasos en la evacuación. El español Camilo Travesedo, padre de los tres menores, de siete, cinco y dos años, afirmó que se sienten "destrozados" tras la tragedia de ayer en el centro comercial "Villaggio", donde un total de diecinueve personas, entre ellas sus hijos, y una niña española, de siete, fallecieron.

"Nuestros hijos estaban en un recinto de juegos en la primera planta y empezó un fuego. No nos dejaron entrar a por los niños, se llenó todo de humo y no conseguían encontrarlos ni los bomberos ni la defensa civil", recordó Travesedo, que trabaja en la constructora OHL y reside desde hace tres años y medio en Catar.

Al final, los servicios de rescate "tardaron una hora y media en sacarlos, y cuando lo hicieron la mayoría estaban muertos", destacó.

Travesedo señaló que esperan poder repatriar los cadáveres el próximo jueves por la mañana.

El padre de los tres hermanos es jefe de obra del hospital que OHL está construyendo en la capital catarí, después de que el grupo lograra en 2008 un contrato para su diseño, construcción y mantenimiento.

Travesedo desconoce "si hubo negligencia" durante las operaciones de rescate ayer, después de que algunos testigos y las propias autoridades cataríes hayan reconocido que los bomberos ignoraban la existencia de la guardería, lo que retrasó aún más sus labores.

NO SABÍAN QUE HABÍA UNA GUARDERÍA

El jefe de operaciones de la Defensa Civil de Catar, general Hamed al Duheimi, afirmó en declaraciones difundidas por la página web del canal de televisión catarí Al Yazira que los bomberos no sabían que había una guardería en el centro comercial. Y agregó que el origen del fuego pudo ser un fallo eléctrico, bien por un cigarrillo no apagado o por negligencia.

Un testigo del incendio que se cobró la vida de 19 personas, entre ellas 4 niños españoles, en una guardería de un centro comercial en Doha dijo que "los bomberos se olvidaron de que había una guardería y se centraron en apagar el incendio".

El testigo, identificado como Daya Jaled, explicó que, tras declararse el fuego, los servicios de emergencia se concentraron en sofocarlo "y solo media hora después, cuando recibieron el aviso de que había una guardería con 20 niños dentro, comenzaron sus labores de rescate".

"No pudieron rescatarlos a través de los accesos habituales, y tuvieron que entrar por el tejado, pero ya era tarde", señaló.

Jaled vio cómo una madre, que había dejado a su hijo en la guardería -perteneciente a la cadena internacional Gympanzee-, regresó al mediodía para recogerlo, y encontró cómo sacaban su cadáver.

"Se puso a llorar repitiendo: 'Justo esta mañana le había estado sacando fotos mientras entraba en la guardería'. Hemos vivido escenas muy dramáticas", explicó.

Una empleada de la guardería, de nacionalidad filipina, se desmayó al descubrir, cuando entraba a trabajar, que los niños salían muertos, agregó Jaled.

MEDIA HORA SIN QUE LE INFORMARÁN DEL INCENDIO

Una de las últimas personas en salir ayer del "Villaggio" fue una mujer siria, Dima, que estaba acompañada por sus hijos, y que explicó a Efe que pasó media hora en el centro comercial sin que los trabajadores le informaran del incendio. "Sonó la alarma cuando mis dos hijos y sus amigos estaban jugando a la petanca. Pregunté a los trabajadores de la sala de juegos si teníamos que salir del centro comercial y nos dijeron que no", dijo Dima, de nacionalidad siria y residente en Catar.

La alarma volvió a sonar por segunda vez, pero cuando Dima se dirigió de nuevo a los empleados de la sala le respondieron que no hacía falta porque se trataba de una falsa alarma.

Además de sus hijos, la mujer iba acompañada por una amiga que también estaba con sus pequeños. Todos salieron ilesos del suceso, pese a ser de los últimos en salir. "Pasamos treinta minutos jugando dentro del centro comercial y los trabajadores, todos extranjeros, estaban muy relajados y nos aseguraron que las alarmas podrían haberse debido porque alguien fumaba dentro de los aseos", relató.

Solo salieron del complejo cuando una mujer extranjera les comunicó en inglés que había un gran incendio y que tenían que escapar rápidamente de allí. "Cuando los trabajadores en la sala de la petanca escucharon a esta mujer avisando del incendio, salieron corriendo. No nos hicieron caso hasta que le pedí a una empleada que me diera los zapatos de mis hijos, me los dio y se marchó", precisó Dima.

La siria y sus acompañantes huyeron corriendo del centro comercial, que en ese momento ya estaba vacío, y cuando alcanzaron la puerta de salida los policías les preguntaron qué habían hecho todo ese tiempo dentro, ya que eran los últimos en evacuarlo.

Desde el exterior, Dima pudo ver grandes columnas de humo y muchos agentes y ambulancias, aunque no vio víctimas. "Nunca voy a confiar en los guardias de seguridad ni en los trabajadores de los centros comerciales, porque parece que no entienden el significado de la palabra seguridad", zanjó la mujer.

Mientras, las autoridades cataríes continúan las investigaciones para determinar el origen de la tragedia del exclusivo centro comercial "Villaggio".