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Un hombre de 26 años falleció hoy tras ser herido de bala el lunes durante los incidentes violentos en el barrio de Croydon, en Londres, según informó Scotland Yard. Esta es la primera víctima mortal de los violentos disturbios que comenzaron en la capital británica el sábado por la noche y en los que han sido detenidas unas 525 personas, un centenar de ellas con cargos. El hombre fue tiroteado cuando estaba dentro de un coche, si bien se desconocen por ahora más detalles del suceso.

Scotland Yard triplicará esta noche su presencia en las calles de Londres con el despliegue de 16.000 agentes contra la actual ola de violencia, aunque de momento el Gobierno no prevé medidas más expeditivas como recurrir al Ejército.

Ante la perspectiva de una cuarta noche de altercados en Londres, propagados el lunes a otras seis ciudades inglesas, el primer ministro británico, David Cameron, aseguró hoy que desde el Ejecutivo se hará "todo lo necesario" para restaurar el orden en el Reino Unido.

Tras haber acortado sus vacaciones veraniegas y reunirse con su Gabinete de crisis, el "premier" prometió un mayor número de efectivos en la capital para atajar unos disturbios que tildó de "delincuencia pura y dura", que debe ser "enfrentada y derrotada".

Esta oleada de violencia callejera, que hoy se cobró su primera víctima mortal, ha tomado proporciones sin precedentes y en los últimos tres días la Policía ha realizado 525 detenciones en Londres por incendios, saqueos y destrozos a la propiedad.

Scotland Yard (policía metropolitana) calificó la pasada noche y madrugada como la peor que se recuerda en cuanto a extensión y magnitud de los altercados, con niveles de violencia "inaceptable".

En esos incidentes, 44 policías y 14 civiles resultaron heridos, uno de los cuales, de 26 años, falleció hoy por heridas de bala, mientras 310 personas fueron detenidas.

La Policía respondió el lunes con la mayor operación desplegada en las tres noches de incidentes que sufre la capital, con 2.500 agentes que se sumaron a los 3.500 que operan habitualmente, además de refuerzos de otros cuerpos y el uso de vehículos blindados.

En los próximos días la Policía, que lamentó los "niveles alarmantes de violencia" contra ella, planea investigar todas las pruebas, incluidas las imágenes de las cámaras de seguridad instaladas en las calles, para llevar ante la Justicia a los responsables de actividades delictivas.

La oleada violenta provocó en las últimas 24 horas una avalancha de llamadas al 999, el número de teléfono de emergencia de Londres, que sólo en la pasada noche atendió casi a un "400 por ciento" más de personas de lo habitual.

El Servicio de Bomberos de Londres también vivió la jornada "más intensa" de su historia con un volumen quince veces mayor de llamadas de lo habitual.

El calendario deportivo también se ha resentido por la crisis pues, a falta de suficientes garantías de seguridad, la federación de fútbol inglesa (FA) decidió cancelar el amistoso internacional que la selección inglesa iba a disputar mañana contra Holanda en Wembley, para el que se habían vendido 70.000 entradas.

La virulencia de los altercados ha ido escalando en los últimos días desde que la violencia se desató el sábado en el barrio de Tottenham, al norte de Londres, cuando una pequeña marcha pacífica, en protesta por la muerte de un hombre a disparos de la policía derivó en graves disturbios.

Las protestas comenzaron por la muerte de Mark Duggan, de 29 años y quien perdió la vida el jueves en un incidente con la Policía cuando estaba en un taxi y hubo un tiroteo en el que un agente resultó herido.

Esa primera manifestación dio paso a graves altercados en los que grupos de personas quemaron vehículos, edificios y saquearon comercios, que en días posteriores se propagaron a otros barrios conflictivos de Londres.

Los actos de vandalismo también se trasladaron la madrugada pasada a otras ciudades del país, como Liverpool, Manchester, Nottingham, Leeds, Bristol y Birmingham.

En Birmingham, la Policía detuvo a 138 de personas después de que grupos de jóvenes arrasaran la zona comercial, destrozaran escaparates, saquearan tiendas y prendiesen fuego a una comisaría.

La Policía también recibió denuncias de destrozos en vehículos en Manchester, al norte de Inglaterra mientras que en Liverpool unas 200 personas con pasamontañas y capuchas provocaron altercados.

Otro de los puntos de conflicto fue Bristol (sur), con brotes de violencia en los que participaron alrededor de 150 individuos y el condado de Nottinghamshire (centro de Inglaterra) informó del ataque sufrido por una comisaría durante la madrugada y la quema de un contenedor.

En el condado de Kent, al sur de Londres, diez personas fueron detenidas en Medway por su implicación en episodios de vandalismo y los agentes alertaron de varios incendios en esa zona, supuestamente provocados por unos quince individuos.