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Un tribunal de la Autoridad Nacional Palestina (ANP) ha sentenciado que la venta de tierras a Israel es una ofensa que puede llegar a ser castigada con la muerte al poner en peligro el "proyecto nacional" palestino.

La sentencia, de la que da cuenta la agencia independiente Maan, la dictó la pasada semana el juez Ta'et At-Twil, del distrito de Jerusalén, y recuerda a los palestinos que la venta o intento de venta de tierras a cualquier país extranjero supone un delito grave.

El magistrado dictó sentencia a petición del fiscal general de la ANP, Ahmad Al-Mughni, con el fin de consolidar un principio legal anterior que tiene por objeto "proteger el proyecto nacional palestino para establecer un estado independiente".

Aunque el principio habla de cualquier "país extranjero", está destinado principalmente a evitar la venta de tierras a ciudadanos o empresas israelíes y frenar en lo posible el proyecto colonizador que Israel lleva a cabo en territorio palestino.

El año pasado, una corte militar palestina sentenció a un hombre a la muerte en la horca por vender tierras que no eran de su propiedad en la aldea de Bet Umar a una empresa israelí, valiéndose de documentación falsa.

No obstante, es improbable que la condena sea aplicada porque cualquier pena de muerte requiere la autorización del presidente de la ANP, Mahmud Abás, que lleva años retrasando las dictadas hasta ahora.