Con su voto masivo a favor de la coalición de Gobierno de centroizquierda del primer ministro rumano, Victor Ponta, los ciudadanos castigaron hoy al presidente del país, el conservador Traian Basescu, quien podría negarse a encargar la formación del nuevo Gobierno al líder elegido.
"He ganado una batalla importante hoy, y mañana tiene que empezar el trabajo. Esta vez no será un gobierno de siete meses, sino de cuatro años", dijo Ponta ante las cámaras de televisión tras proclamarse triunfador de las elecciones legislativas celebradas este domingo.
Aunque los resultados oficiales definitivos de estos comicios no se conocerán hasta el martes, todas las proyecciones de los sondeos a pie de urna otorgan a la Unión Social Liberal (USL) del primer ministro la mayoría absoluta.
Según las encuestas del instituto CURS, la USL, con el 56,96 por ciento de los votos para la Cámara de Diputados y el 58,57 por ciento para el Senado, ha dejado muy atrás a su principal rival, la Alianza Rumanía de Derechas (ARD), que obtendría el 18,60 y el 18,87 por ciento, respectivamente.
En tercer lugar, con cerca de un 13 por ciento en ambas cámaras, quedó el Partido Popular-Dan Diaconescu del excéntrico periodista de televisión que da nombre a su formación.
El descenso de la población magiar, que ronda ahora el millón y medio, y la escasa participación en las elecciones dejan aún entre interrogantes la posible entrada al Parlamento de la Unión Democrática de los Húngaros de Rumanía (UDMR) por primera vez desde la revolución de 1989, al superar ligeramente el 5 por ciento.
De confirmarse los resultados, la USL -compuesta por el Partido Socialdemócrata (PSD) y el Partido Nacional Liberal (PNL)- consigue la mayoría absoluta que le permitirá formar Gobierno para los próximos cuatro años, aunque se espera una difícil cohabitación con el presidente conservador.
Ponta aspira, incluso, a lograr el control de las dos terceras partes del Parlamento para poder modificar la Constitución y restringir eventualmente las atribuciones del jefe de Estado.
Pero antes, la coalición gobernante puede verse obstaculizada si Basescu se niega a designar a Ponta como nuevo jefe del Ejecutivo, lo que provocaría una crisis institucional.
Fuentes oficiales afirman que, en tal caso, Ponta recurrirá al proceso de destitución de Basescu, cuyo mandato termina en 2014.
El líder del PNL, Crin Antonescu, declaró hoy que el voto de este domingo representa "una victoria contra el régimen del presidente Basescu" y subrayó que los "puntos cardinales de la política externa de la USL se centran en la pertenencia a la OTAN y la Unión Europea".
Según Antonescu, "ya no hay ninguna duda de que el primer ministro de Rumanía será Victor Ponta".
"Aseguramos a todos los rumanos que el programa de la USL significa consolidar y restablecer el Estado de derecho, la democracia y la principal orientación política externa de Rumanía", prosiguió Antonescu.
Vasile Blaga, uno de los líderes de la ARD, la gran perdedora de estos comicios, acusó hoy a la USL de haber efectuado en la campaña electoral "una manipulación fuera de lo común".
Pero el apoyo masivo a la USL es interpretado por los expertos como un voto de rechazo a las impopulares políticas de austeridad impulsadas por los gobiernos conservadores y auspiciadas por Basescu.
Entre esas medidas destacan la reducción en un 25 % del salario de los funcionarios y la subida de los impuestos del 19 % al 24 %.