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Una persona murió tras el paso del ciclón "Yasi" por el noreste de Australia, donde los vecinos empezaron hoy a limpiar los destrozos y el temporal se dirige ahora con mucha menor fuerza hacia el interior del país. El cuerpo sin vida de un hombre de 23 años fue encontrado anoche en su casa cerca de localidad costera de Ingham, indicó la jefa del gobierno del estado australiano de Queensland, Anna Bligh. Fuentes policiales señalaron que el joven falleció por inhalación de gas tóxico procedente de un generador eléctrico con el que se había atrincherado dentro de su garaje sin ventilar para protegerse de los vendavales.

En otras comunidades afectadas del litoral de Queensland, decenas de vecinos comenzaron esta mañana a intentar arreglar los desperfectos provocados por el ciclón, como tejados arrancados y suelos inundados. aeropuertos reanudaron los vuelos y todo parece volver a la normalidad, aunque los destrozos son evidentes.

“YASI” A 280 KMS POR HORA

"Yasi" tocó tierra la medianoche del jueves con vientos de 280 kilómetros por hora y rachas de más de 300, causando olas gigantes que arrasaron parte de varias ciudades costeras y se llevaron por delante cientos de millones de dólares en cultivos de azúcar y plátano. Las autoridades apuntaron que pese a su predicción de que el ciclón tendría proporciones catastróficas, sólo hubo un muerto porque la población obedeció las instrucciones de abandonar la zona y pernoctar en los centros de refugiados o convertir su casa en un búnker.

Bligh dijo que varios miles de habitantes quedarán temporalmente sin hogar, y de ellos se encargará la Cruz Roja. Cientos de viviendas fueron reducidas a escombros, mientras se está evaluando si el temporal afectó a la Gran Barrera de Coral de Australia, el arrecife más largo del mundo y visitado cada año por decenas de miles de submarinistas y turistas.

En las últimas horas, la categoría de "Yasi" se redujo a sistema de baja presión tropical, aunque todavía presenta vientos de casi 100 kilómetros por hora y podría provocar riadas en el interior de Queensland. La primera ministra australiana, Julia Gillard, tiene previsto visitar esta tarde la zona del desastre, a la que ya viajó en varias ocasiones hace unas semanas por las peores inundaciones en medio siglo.

Aquellas riadas afectaron a un área del tamaño de Alemania y Francia juntas y dejaron 35 fallecidos y daños económicos por valor de 5.600 millones de dólares.