Al menos 74 personas han muerto a causa del seísmo que sacudió ayer jueves la región del noreste de Birmania (Myanmar) colindante con Tailandia, de difícil acceso y controlada, en parte, por los ejércitos del narcotráfico. El epicentro del terremoto fue localizado en el estado Shan, zona montañosa incluida en el "Triángulo dorado de la droga", donde convergen las fronteras de Birmania, Tailandia y Laos, y del que cada año salen toneladas de heroína y diferentes narcóticos sintéticos.
La fuerte sacudida causada por el seísmo, que según el Servicio Geológico de Estados Unidos fue de 6,8 grados en la escala abierta de Richter, sorprendió de noche a los habitantes de esta región de Birmania y también a los de las localidades del extremo norte de la vecina Tailandia.
La mayor parte de las muertes se produjeron en pequeños pueblos que están diseminados por las montañas y cuyo control se disputan las tropas gubernamentales birmanas y las organizaciones étnicas rebeldes ligadas al negocio de la droga. "Hemos enviado unas 150 mulas y caballos con ayuda para las aldeas afectadas puesto que los caminos son inaccesibles para los vehículos motorizados", indicó el general Pang Fa, de la guerrilla Shan a la emisora de radio afín.
En la aldea de Ja Kuni, a unos 80 kilómetros al este de Tachilek, la mayor ciudad de la región birmana afectada por el terremoto, unas veinte personas murieron sepultadas por los escombros de la iglesia protestante que se derrumbó cuando en su interior se celebraba una misa, indicaron testigos al citado medio. Otras veinte víctimas mortales se registraron en el pueblo de Tarlay, ubicado cerca del epicentro del seísmo, que causó también el derrumbe de al menos medio centenar de edificaciones, informaron funcionarios gubernamentales de Tachilek.
Además, las mismas fuentes indicaron que un número indeterminado de personas murieron en las localidades de Mong Lin, Mang Pyak y Ang Khang, en las que decenas de edificios fueron destruidos por la fuerza del temblor. "Cinco miembros de mi familia, entre ellos mis padres, han muerto al derrumbarse nuestra casa", dijo Sai Harn, un popular músico de la región que cuando el desastre actuaba en Tachilek. La radio estatal birmana informó de que 74 personas habían muerto y de que 111 fueron trasladadas al hospital general de Tachilek, donde las autoridades birmanas han establecido el centro de rescate y de ayuda a los damnificados.
El mismo anuncio oficial cifró en 390 los edificios destruidos y señaló que además el seísmo causó el derrumbe de 14 monasterios budistas. Según fuentes oficiales, en Tachilek, una ciudad fronteriza con un popular y bien surtido mercado negro, unas 130 edificaciones se derrumbaron o resultaron dañadas, mientras que en la de Mong Lin, la cifra de edificios derruidos o con daños era similar.
Por otro lado, fuentes militares birmanas indicaron que entre las víctimas mortales figuran al menos 17 soldados y civiles que se alojaban en barracas del acuartelamiento del Regimiento Infantería Ligera ubicado a las afueras de Tachilek, donde está uno de los pasos fronterizos con Tailandia. Además, una mujer falleció en la provincia tailandesa de Chiang Rai al derrumbarse sobre ella una pared de su casa mientras dormía.
La televisión estatal birmana situó en 7 grados la magnitud del temblor, que se notó en Bangkok, la capital de Tailandia, así como en Hanoi (Vietnam) y las ciudades del sur de China, a varios cientos de kilómetros de distancia del epicentro. La fuerte sacudida causó un apagón en la ciudad tailandesa de Mae Sai,en la misma frontera con Birmania, y algunos turistas salieron de sus hoteles para pasar la noche a la intemperie por temor a las réplicas.
Según el Servicio Geológico de Estados Unidos, que mide la actividad sísmica mundial, el epicentro fue localizado a diez kilómetros de profundidad y a 82 kilómetros al norte de la Chiang Mai, la segunda urbe de Tailandia y uno de los principales destinos turísticos.