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El escenario de protestas que sacude Venezuela volvió a tornarse violento con dos muertes más que el Gobierno achaca a grupos fascistas, mientras la oposición responsabilizó al oficialismo de atizar la violencia por llamar a sus seguidores a apagar "candelitas" o barricadas.

Las manifestaciones, que comenzaron el 12 de febrero y que en algunos casos se han tornado violentas, han causado hasta ahora, según cifras oficiales, 19 muertos y al menos 300 heridos.

Las dos personas que perdieron la vida en la jornada de hoy son, de acuerdo con la Fiscalía, un policía militar y un civil "mototaxista" que recibieron impactos de balas en el este de Caracas.

El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, condenó las nuevas muertes y señaló que el guardia nacional recibió un disparo mientras "ponía orden" en la zona, mientras que el civil recibió un tiro desde un edificio cuando limpiaba la calle de barricadas o "guarimbas" para "garantizar su trabajo".

"Va a haber justicia (...), eso no es ningún movimiento estudiantil, esos grupos de guarimberos son unos vándalos, que odian al pueblo, tengo que decirlo, porque yo tengo que llamar a la paz", afirmó Maduro en un acto de entrega de viviendas.

"Al pueblo le pido que no nos desviemos, que vayamos por el rumbo de la paz, lo dije y lo repito, candelita que se prenda, candelita que se apaga y así debe ser, en paz", dijo Maduro al reiterar lo que manifestó la víspera cuando llamó a grupos del chavismo a apagar "candelitas" y hacer valer así "la orden del comandante Hugo Chávez".

Asimismo, el presidente criticó que los "jefes políticos de la oposición" supuestamente no condenen estos actos y no busquen la paz, tras insistir en que los que dirigen las zonas en las que se concentran la mayor cantidad de barricadas son adversarios de su Gobierno.

"¿Qué quiere esta gente con esa violencia? Yo hago un llamado, ¿dónde están los dirigentes políticos de la oposición? ¿Donde está el gobernador de Miranda (Henrique Capriles) que lo estamos llamando y no contesta el teléfono, será que esta en Nueva York", dijo.

Capriles se pronunció en un acto que encabezó en un poblado del céntrico estado Miranda que gobierna en el que consideró que las palabras de Maduro fueron una "declaración irresponsable".

"Qué declaración tan irresponsable de quien ocupa la Presidencia", expresó Capriles, tras rechazar que el mandatario dijera el miércoles a seguidores del Gobierno, a "unos grupos paramilitares", que salgan y "resuelvan los protestas en las calles".

"¿Qué es eso? ¿Eso es un llamado a qué? ¿Eso es un llamado a la violencia?", dijo el que fuera rival de Maduro en las elecciones presidenciales de abril del año pasado.

Más tarde, el vicepresidente de Venezuela, Jorge Arreaza, rechazó a su vez las declaraciones de Capriles y las calificó de ser "una irresponsabilidad impresionante".

"Ahora ellos dicen hoy que es culpa del presidente Nicolás Maduro porque el presidente Nicolás Maduro ayer usó una expresión y entonces por eso hoy esos motorizados fueron para allá", afirmó, al referirse a la zona del este de Caracas en la que hoy murieron el guardia y el mototaxista.

Según Arreaza, "ningún sector de la oposición logra deslindarse de los eventos violentos", y apuntó que el Gobierno no sabe "a qué le temen ni qué buscan o si están todos involucrados en el plan".

El escenario de protestas empezó el 12 de febrero pasado cuando una marcha convocada por estudiantes y opositores terminó en hechos de violencia y murieron tres personas, mientras que decenas resultaron heridas, lo que desató marchas, concentraciones, enfrentamientos y barricadas.

Y, en medio del conflicto, el Gobierno de Maduro ratificó hoy la suspensión de las relaciones con Panamá por considerar que se entrometió en asuntos internos venezolanos al reclamar una reunión en la Organización de Estados Americanos sobre la situación en Venezuela, reunión que se celebra hoy en Washington.

La Cancillería de Venezuela informó hoy de que ha declarado persona "non grata" a cuatro miembros de la embajada de Panamá en Caracas y les ha dado 48 horas para salir del país debido a supuestas "declaraciones injerencistas".