Dieciocho personas han muerto y otras 45 han resultado heridas en un explosión ocurrida hoy en el centro de Ankara, la capital de Turquía, que se produjo al paso de un convoy de vehículos militares, confirmó la gobernación de Ankara, informó la cadena de noticias CNNTürk. En un comunicado oficial, el Estado Mayor del Ejército de Turquía informó previamente de 5 muertos y 10 heridos cuandoa las 16:31 GMT el servicio de autobuses con personal militar a bordo fue atacado cuando los vehículos estaban en un semáforo en rojo.
Explícitamente, la nota militar habla de un "atentado terrorista", aunque no hace ningún comentario sobre la posible autoría del ataque ni precisa el número de heridos o muertos en el incidente.
El ataque sucedió en la barrio de Cankaya, donde se ubican numerosas instalaciones militares, a muy poca distancia del cuartel central de las Fuerzas Aéreas turcas y también a pocos centenares de metros del Parlamento.
Según la citada cadena, la explosión alcanzó a tres autobuses con militares que se trasladaron a una casa cuartel, y la mayoría de las víctimas parecen ser militares.
La policía y una treintena de ambulancias se acercaron al lugar de la detonación a los pocos minutos, donde los agentes del seguridad impidieron el paso a los periodistas y a las cámaras de televisión.
Las autoridades emitieron poco después una prohibición de difundir imágenes del lugar de la explosión, una medida ya habitual en atentados terroristas y ataques de guerrilla en los últimos meses.
Además, los artificieros desactivaron mediante una explosión controlada un paquete sospechoso con detonadores ante el ministerio de Interior, a pocos cientos de metros del lugar del ataque.
El ministro de Justicia turco, Bekir Bozdag, condenó en un mensaje en la red social Twitter lo que calificó como "atentado terrorista".
Mientras, un portavoz del partido gubernamental, el islamista Partido de Justicia y Desarrollo (AKP), habló de un "ataque terrorista cobarde y traidor".
Por su parte, el primer ministro turco, Ahmet Davutoglu, canceló su viaje a Bruselas, previsto para esta misma noche, informó la cadena de noticias NTV.
El mandatario turco tenía previsto participar mañana en la cumbre de líderes de la Unión Europeas (UE), centrada en la gestión de la crisis de los refugiados, en la que Turquía tiene un papel clave.
Los ataques con explosivos contra convoyes militares son una de las tácticas habituales del ilegal Partido de Trabajadores de Kurdistán (PKK).
Sin embargo, esta guerrilla suele actuar en el sureste de Turquía y sería la primera vez que lanza un ataque de este calibre en el corazón de la capital turca.