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El terremoto de 6,3 grados en la escala Richter que ha azotado el sur de Nueva Zelanda ha dejado al menos 65 víctimas mortales, según ha informado este martes el primer ministro neozelandés, John Key. El alcalde de Christchurch, Bob Parker, ha asegurado que se había rescatado a 120 personas de entre los escombros.

Según el Servicio Geológico de los Estados Unidos, el epicentro del seísmo, que ocurrió a las 12:51, hora local, 00:51, hora española, se registró a diez kilómetros al sureste de dicha ciudad y a unos cuatro kilómetros de profundidad. Fue seguido por una réplica de 15 minutos de 4,5 grados. Parker ha declarado el estado de emergencia. En la BBC, Parker aseguró que "en el centro de la ciudad hay daños significativos". "Es un día muy triste", comentó. Además, el alcalde declaró que unas 120 personas ya habían sido rescatadas de los escombros, según el balance facilitado alrededor de la medianoche.

Varios grandes edificios se han destruido completamente, mientras que otros han quedado gravemente dañados, entre los que destaca la Catedral de Christchurch. Con cerca de 400.000 habitantes, esta es la ciudad más poblada de la isla Sur. Se calcula que en el edificio del banco Forsyth Barr, de 13 plantas, quedaron atrapadas unas 150 personas atrapadas. El bombero Peter McCardle ha precisado que ya se ha rescatado a 30 personas y no espera que el inmueble se derrumbe. Además, algunos testigos aseguraron a la BBC que en el edificio Pyne Gould Guinness también había unas 150 personas atrapadas tras el seísmo, aunque se desconoce cuantas han sido rescatadas.

Key ha advertido de que la población está "absolutamente en agonía". "Lo superaremos. Nueva Zelanda se reorganizará y Christchurch se reorganizará", ha vaticinado el jefe del Gobierno. Los equipos de rescate han instalado un refugio temporal en el parque Hagley, adonde ya ha llegado más de medio millar de personas. La TVNZ también informa de que en otro punto de la ciudad se ha establecido una morgue provisional.

Key se ha desplazado hasta la ciudad después de mantener en la capital, Wellington, una reunión urgente para coordinar la estrategia de respuesta. En este sentido, ha aceptado la oferta australiana de enviar equipos de búsqueda y rescate. Este grupo estaría formado por un contingente de 148 especialistas, de los que la mitad ya están trabajando en el rescate y la búsqueda de supervivientes en Christchurch, según el Gobierno australiano.

AYUDAS Y SAQUEOS

Mientras, la Policía y las Fuerzas de Defensa evacuan el centro de la ciudad y los hospitales de toda la isla Sur se preparan para atender a los cientos de heridos. El principal hospital de la ciudad ha sido evacuado ante el temor de que se derrumbase, según medios locales. El seísmo también ha afectado al tendido telefónico y de electricidad, así como al suministro de agua.

El inspector de Policía Mike Coleman aseguró en declaraciones a Radio Nueva Zelanda que "había grandes destrozos en el centro de la ciudad" y que habían recibido informaciones de que se estaban produciendo los primeros saqueos, en algunas tiendas con los cristales rotos. "Es inseguro permanecer fuera y deambulando", advirtió.

Todas las salidas y entradas de la ciudad están bloqueadas, por lo que el ministro de Defensa Civil, John Carter, ha solicitado a los ciudadanos que despejen las carreteras para permitir el paso de los vehículos de emergencia. El aeropuerto internacional de Christchurch permanece abierto sólo para vuelos de emergencia.

Nueva Zelanda se asienta sobre el 'anillo de fuego' del Pacífico y en la zona donde convergen la placa del Pacífico y la Indo-australiana. El país registra más de 14.000 terremotos al año de los que unos 20 son de más de 5 grados en la escala Richter