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Unos 18.000 niños fallecen cada día por causas que se pueden evitar, como la neumonía, la diarrea y el sarampión, según ha alertado Unicef Comité Español con motivo del Día Universal del Niño, que este miércoles conmemora el aniversario de la Convención sobre los Derechos de la Infancia de Naciones Unidas. Según Unicef, estas muertes están relacionadas con la pobreza extrema en la que viven los niños y podrían evitarse con el suministro de vacunas, alimentos, agua potable y tratamientos contra la desnutrición, causa que está detrás del 50% de dichos fallecimientos.

La organización se felicita no obstante del trabajo realizado por Estados, agencias internacionales y ONG en este terreno, que en solo 12 años (de 1990 a 2012) ha logrado reducir un 47% la mortalidad infantil. Ello implica 90 millones de vidas salvadas, destacó Unicef, aunque "queda mucho por hacer hasta conseguir que ni un solo niño muera por causas que se pueden evitar".

Entre otras catástrofes, la agencia de Naciones Unidas destaca este año la guerra de Siria, que afecta de forma directa e indirecta a casi cinco millones de niños, de los que 1,1 millones viven en campos de refugiados. Asimismo, se refirió a los cinco millones de menores que sufren las consecuencias del reciente tifón de Filipinas.

Unicef trabaja actualmente en más de 150 países en desarrollo con gobiernos, comunidades y ONG para ayudar a la infancia necesitada. Gracias a estos esfuerzos conjuntos, sus campañas de vacunación evitaron el año pasado entre 2 y 3 millones de muertes por enfermedades como la difteria, el tétanos, la tos ferina y el sarampión.

También proporcionó tratamiento contra la desnutrición aguda grave a 2,6 millones de niños y contribuyó a que 18,8 millones de personas tuvieran acceso a agua potable durante 2012.