Una nueva encuesta da la victoria al "no" en Escocia por un 54% frente al 46%
Miles de "orangistas" marchan en Edimburgo contra la independencia de Escocia
El "no", con un 54%, ganaría al "sí", con un 46%, en el referéndum del próximo jueves sobre la independencia de Escocia, según una nueva encuesta de la firma "Survation" divulgada, sin contar con los indecisos.
El sondeo, encargado por la campaña Better Together (Mejor juntos), que aglutina a los tres principales partidos británicos -conservadores, laboristas y liberaldemócratas-, contrarios a la escisión, precisa que un 12,2% de los encuestados no han decidido aún su voto a seis días para el plebiscito.
Entre las 927 personas que respondieron a la encuesta entre el 10 y el 12 de septiembre, el 40,8% respondió que votará "sí" en el referéndum, frente a un 47% que votará "no". El 93,1% de los encuestados aseguraron además que tienen decidido que acudirán a las urnas el próximo jueves.
El resultado de la encuesta es similar al que divulgó la misma firma el 10 de septiembre en un estudio para el diario escocés "Daily Record". En aquel sondeo, un 47,6% de los encuestados se mostraron contrarios a la independencia, por un 42,4% a favor, con un 10 por ciento de indecisos.
La firma YouGov publicó el fin de semana el primer estudio que reflejaba una mínima ventaja a los partidarios de la escisión, si bien el jueves divulgó una nueva encuesta en la que el "no" había vuelto a tomar ventaja. Según ese último sondeo, el voto unionista suma el 52% de los votos, por el 48% los independentistas.
MANIFESTACIÓN CONTRA LA INDEPENDENCIA
Miles de personas marcharon por las calles de Edimburgo hoy en un desfile organizado por la radical Orden de Orange en apoyo al "no" a la independencia de Escocia en el referéndum del próximo jueves.
La campaña oficial unionista "Better Together" (Mejor Juntos), compuesta por los partidos laborista, conservador y liberaldemócrata, se había distanciado de la convocatoria de la hermandad protestante por miedo a que pudiera provocar que votantes indecisos católicos se decantaran finalmente por el "sí" en el referéndum.
Al son de los tambores y las flautas, y flanqueados por un amplio dispositivo policial, los orangistas desfilaron portando numerosas banderas británicas y simbología unionista en una marcha que transcurrió sin incidentes por el centro de la capital escocesa.
"Hermanos y hermanas, en un mundo de inestabilidad, un mundo de inseguridad, un mundo de proliferación nuclear, de islamismo radical, la gente mira al Reino Unido como un tierra de esperanza, una tierra de paz, de éxito y unidad", declaró al final de la marcha el gran capellán de la orden, Henry Williamson.
"Un enemigo que divide y es diabólico se ha alzado contra Escocia disfrazado de falso patriotismo y de nacionalismo en el referéndum contra nuestro amado Reino Unido", añadió el líder orangista.
Este ha sido el segundo acto unionista organizado al margen de Better Together en 24 horas, después de la visita a Glasgow anoche de Nigel Farange, el líder del partido nacionalista británico UKIP, que se impuso en el Reino Unido en las pasadas elecciones europeas.
A falta de cinco días para la votación, una encuesta el pasado domingo situó al "no" por delante con una mínima ventaja de dos puntos, lo que hace difícil predecir un resultado.
En una encuesta auspiciada por Better Together y difundida hoy el "no" volvía a recuperar terreno con un 54% de intención de voto frente a un 46% para el "sí" pero varios sondeos ayer señalaban que el resultado de la consulta del jueves será previsiblemente más apretado.
Tras el viaje a Escocia de los líderes de los tres principales partidos del parlamento de Westminster el pasado miércoles, el exprimer ministro laborista Gordon Brown, que es escocés, ha asumido el liderazgo de la campaña unionista en la recta final.
"Ninguno de los que estamos aquí debe permitir que se diga que los que votan 'no' son menos patriotas o están menos orgullosos de su país", declaró Brown ayer en un acto organizado por los laboristas en Kirkcaldy, a unos 40 kilómetros al norte de Edimburgo. "Estamos orgullosos de compartir y cooperar como parte del Reino Unido", añadió el político nacido en Glasgow.
No obstante, los mayores desafíos para el primer ministro escocés, el nacionalista Alex Salmond, no han llegado desde la campaña "Better Together", sino de los bancos y las grandes empresas.
El pasado miércoles salía a la luz la intención de la principal entidad bancaria del país, Royal Bank of Scotland (RBS), de trasladar su sede a Londres en caso de que se apruebe la independencia mientras analistas del Deutsche Bank publicaron un informe alertando sobre el riesgo de una grave crisis económica si se lleva a cabo la secesión.
Por otro lado, empresarios de grandes firmas como Marks and Spencer o la cadena de supermercados ASDA han anunciado en los últimos días un posible aumento de precios si Escocia se independiza del Reino Unido.
La respuesta por parte del independentismo ha sido la movilización de 35.000 voluntarios a lo largo del fin de semana en 473 puestos callejeros para tratar de persuadir a los votantes y dar el vuelco definitivo a las encuestas en la cita del 18 de septiembre.
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