El nuevo Gobierno holandés aplicará una prohibición total del "burka" y otros tipos de velo integral, según anunció el político antimusulmán Geert Wilders.
El Partido para la Libertad (PVV) de Wilders apoya el gabinete de derecha formado por los liberales de derecha (VVD) y los democristianos (CDA), quienes hoy presentaron sus planes de gobierno.
Holanda ya prohibió en 2008 el uso del "burka" en los colegios y entre funcionarios públicos, aduciendo que esa prenda impide la buena comunicación porque cubre por completo el rostro.
Un triunfante Wilders, que calificó su colaboración con el Gobierno de "histórica", indicó ante la prensa que "por fin habrá una prohibición del burka" en Holanda.
Otros planes del Ejecutivo incluyen que los "coffeeshops", los establecimientos donde se puede fumar marihuana, se conviertan en una especie de clubes a los que solamente puedan acceder ciudadanos holandeses mayores de edad en posesión de un carné de miembro.
Otra de las reivindicaciones que ha logrado imponer Wilders ha sido el endurecimiento de la política de inmigración, con el objetivo de reducir la entrada de inmigrantes en "un 50 por ciento", según el líder extremista.
En cuanto a la economía, hoy se confirmó el objetivo del Gobierno de aplicar recortes presupuestarios de 18.000 millones de euros durante los próximos cuatro años, lo que se traducirá entre otras medidas en una reducción del funcionariado y del número de senadores y diputados.
Rutte, el próximo primer ministro, dejó claro que "todos vamos a notar los recortes", pero resaltó que son necesarios para "salir con fortaleza de la crisis".
Según Rutte, su Gobierno "devolverá Holanda a los trabajadores" y reducirá funcionarios y subsidios, pero también políticos.
Los planes de Gobierno incluyen reducir los diputados de 150 a 100 y el número de senadores de 75 a cincuenta.
También planean reducir la ayuda al desarrollo en 1.000 millones de euros, y la misma cantidad en la contribución de Holanda a la Unión Europea.