La cifra de fallecidos en el terremoto de 7,8 grados que sacudió Nepal el sábado supera los 4.000 y el de heridos suma más de 7.000, mientras un número indeterminado de personas siguen desaparecidas, informaron hoy fuentes oficiales.
El Ministerio del Interior indicó que el número de muertos es de 4.252, según informaron medios locales.
El Gobierno nepalí ha asegurado que la prioridad es el rescate de las personas atrapadas y la distribución de ayuda de primera necesidad a las víctimas del terremoto.
En la primera rueda de prensa desde la tragedia, el portavoz del Gobierno, Leela Mani Poudel, ha indicado que las operaciones de rescate están centradas en los distritos más afectados por el seísmo, incluidos Gorja, Dhading, Sindhupalchowk y Kathmandú.
El responsable del Gobierno ha reconocido que las operaciones de rescate y el reparto de ayuda se está topando con "nuevos retos, ya que nuestra capacidad no ha sido capaz de satisfacer las abrumadoras demandas".
Poudel ha dicho que pese a que ya ha comenzado a llegar ayuda de distintos países siguen haciendo falta tiendas de campaña, mantas, medicinas y agua potable. Igualmente, ha reconocido que la gestión de los cuerpos de las víctimas podría suponer un reto en los próximos días, según informa el portal eKantipur.
Poe otra parte, más de 6.000 edificios de Katmandú han sufrido daños o han quedado destruidos por el terremoto que sacudió el sábado Nepal, según un balance del Centro Nacional de Operaciones de Emergencia del Ministerio del Interior nepalí.
Al menos 4.184 edificios han sufrido "daños parciales" por el terremoto y sus réplicas, mientras que otros 1.914 han sufrido "daños completos", lo que equivale a su destrucción total, ha informado la agencia en su cuenta de Twitter.
Las instalaciones oficiales tampoco han quedado exentas de destrozos. Al menos 169 edificios del Gobierno han sufrido daños y 14 se han venido abajo por el potente seísmo, el más grave vivido por Nepal en los últimos 80 años.
Las autoridades de Nepal trabajan contrarreloj, con ayuda de organizaciones y gobiernos internacionales, para tratar de ayudar a los afectados y reconstruir las instalaciones e infraestructuras dañadas, cuyo valor aún no se ha estimado.
Por otra parte, la Agencia de la ONU para los Refugiados (Acnur) ha enviado este lunes 11.000 lonas de plástico y 4.000 linternas solares desde su almacén en Damak, en el este de Nepal, hacia los distritos montañosos orientales de Ramechhap, Okhaldhunga y Sindhuli, tal y como han solicitado las autoridades nepalíes.
Además, en las próximas horas enviará otro cargamento adicional de 8.000 lonas de plástico y otras 4.000 lámparas solares más desde Dubai a Katmandú, gracias a la donación de un avión de carga por parte del Jeque Mohammed bin Rashid Al Maktoum de los Emiratos Árabes Unidos.
Con estos cargamentos Acnur proporcionará plásticos aislantes que servirán para dar refugio a las víctimas del terremoto cuyos hogares han quedado destruidos o para los que de momento no pueden volver a sus casas por miedo a las réplicas. Con el envio de lámparas solares busca no sólo proporcionar algo de luz en las zonas afectadas, sino también ayudar a cargar los teléfonos móviles en un momento en que las familias necesitan comunicarse de manera urgente.