Más de un centenar de personas fueron detenidas en la manifestación convocada frente al Kremlin para protestar contra la condena del líder de la oposición extraparlamentaria rusa, Alexéi Navalni.
"En la zona de la Plaza del Manezh se congregaron cerca de 1.500 personas para celebrar una acción no autorizada. La policía advirtió repetidamente a los congregados de que no alteraran el orden público", informó la policía moscovita a la agencia Interfax.
"Putin fuera", "Nuevo Año sin Putin", "Nosotros somos el poder" o "Vergüenza" corearon los activistas congregados en las inmediaciones del Hotel Moscú pese a las bajas temperaturas, que rondan los 15 grados bajo cero.
"Respetados ciudadanos, sus acciones son ilegales", advirtió una y otra vez por megáfono uno de los jefes de la policía a los congregados.
Tras un par de horas de protesta pacífica, las fuerzas antidisturbios formaron una cadena humana y expulsaron a los manifestantes de la zona en dirección a la Plaza de la Revolución.
Seguidamente, según se pudo ver en directo por televisión en internet, la policía bloqueó con vallas metálicas todos los accesos subterráneos a la zona.
En un primer momento también se concentraron en la zona partidarios del Kremlin, que gritaron contra un posible Maidán -movimiento de protesta ucraniano que acabó con el derrocamiento del presidente de ese país Víktor Yanukóvich- en la capital rusa.
"No Maidán", rezaba la frase proyectada en un edificio colindante por un haz de luz. La protesta transcurrió pacíficamente, con la excepción de algunos forcejeos entre jóvenes opositores y cosacos, que defienden la política del Kremlin, según medios locales.
Similares protestas opositoras se celebraron en San Petersburgo y en Yekaterimburgo (Urales). El ayuntamiento moscovita informó de que la oposición no solicitó ninguna convocatoria de manifestación y advirtió de que cualquier acción de protesta no autorizada sería reprimida por la policía.
Según la legislación, la oposición debe solicitar con diez días de antelación permiso para celebrar un acto público, pero la decisión del tribunal de adelantar a hoy la lectura de la sentencia prevista para el 15 de enero les impidió cumplir con los plazos.
Poco antes Navalni, considerado el principal rival político del presidente ruso, Vladímir Putin, tras obtener un tercio de los votos en las últimas elecciones a la alcaldía de Moscú, fue detenido tras violar el arresto domiciliario para acudir a la protesta frente al Kremlin.
La policía moscovita trasladó al opositor a su domicilio, donde ha permanecido incomunicado desde febrero pasado y donde no puede enviar y recibir correo ni utilizar el teléfono o internet.
"Me han traído a casa. No me dejan salir del apartamento. En la puerta se encuentran apostados cinco efectivos antidisturbios", escribió Navalni en su cuenta de Twitter.
Su detención se produjo horas después de ser condenado a tres años y medio de libertad condicional tras un juicio en el que fue acusado de varios delitos económicos y en el que su hermano, Oleg, fue sentenciado a la misma pena, que en ese caso deberá cumplir entre rejas.