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Los papeles de Panamá son una ventana a la "corrupción legal" en el mundo y probablemente generarán más reformas contra la evasión fiscal, pero también "nuevos atajos" para mantener el secretismo sobre el patrimonio de los más poderosos, según una de las principales investigadoras de las filtraciones.

En una entrevista con Efe, la periodista argentina Marina Walker, subdirectora del Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ, en inglés), conversó sobre el trabajo que ella coordinó desde ese grupo independiente y que supone "probablemente la mayor filtración" en la historia del periodismo de datos.

"Es realmente una ventana muy inusual y muy amplia por la que se puede mirar un mundo secreto", opinó Walker, que trabajó junto a periodistas de más de cien medios para revisar y publicar los 11,5 millones de documentos que componen los papeles de Panamá.

Esos archivos filtrados del bufete panameño Mossack Fonseca, especializado en la gestión de capitales en paraísos fiscales, arrojan luz sobre "la corrupción legal que existe en muchos lugares en el mundo" y, en gran medida, el escándalo está en el hecho de que esas prácticas opacas estén permitidas, opinó la periodista.

"Es verdad que no toda empresa 'offshore' (inscrita en un paraíso fiscal) se crea con el fin de quebrantar la ley, pero sí vemos que no hay acto de corrupción importante en el mundo que no tenga un elemento 'offshore' (extraterritorial)", sostuvo Walker.

A la editora del proyecto le llamó la atención la respuesta de Mossack Fonseca, que defendió "que ellos solo crean compañías", cuando su investigación "ha demostrado que hacen mucho más". "Ellos se involucran con sus clientes, proactivamente les aconsejan formas de esconder dinero, formas de eludir impuestos. En algunos casos que han llegado a la corte han activamente ayudado a las personas involucradas a proteger sus patrimonios y les han hecho la vida difícil a muchos fiscales", aseguró.

"Esto de que solo crean compañías me suena mucho al argumento que usaban las tabacaleras cuando decían 'nosotros hacemos los cigarrillos y no tenemos la culpa de que la gente los fume'", dijo.

"Y ese argumento se cayó, y hoy en día las tabacaleras se han tenido que hacer cargo de que sus cigarrillos matan gente y que tienen que hacer algo al respecto. Y yo creo que, a su turno, le tocará algo similar a la industria 'offshore'", agregó.

MOSSACK FONSECA HA MANEJADO MÁS DE 1.000 MILLONES DE DÓLARES

Walker subrayó que Mossack Fonseca es "uno de los más grandes incorporadores de empresas de este tipo en el mundo, pero sin duda no son los únicos", y agregó que la firma panameña ha manejado "más de 1.000 millones de dólares" de sus clientes.

El equipo de ICIJ está "sorprendido y muy interesado en el impacto que está teniendo la investigación", aunque las reacciones de los políticos y empresarios implicados "son las esperadas".

"Es interesante ver cómo muchos dicen 'no debía declararlo' o 'no tenía activos'. De repente, todos dicen que no tenían activos, entonces crean las empresas en los paraísos fiscales y se meten en todo ese lío (...) para luego no hacer nada con ellas", indicó.

"Creo que es importante que los políticos den sus explicaciones y que sean honestos de por qué eligieron usar un lugar tan poco transparente para hacer sus negocios", añadió.

El presidente argentino, Mauricio Macri, ya "ha dado sus explicaciones" sobre su vinculación con una empresa inscrita en un paraíso fiscal y ahora corresponde "a la opinión pública y a los órganos de contralor (decidir) si hay un nuevo capítulo". "Lo que nosotros teníamos lo hemos publicado, no era demasiado, no había gran cantidad o riqueza de información en lo que respecta a esa empresa a la que estaba asociado el presidente Macri", afirmó.

Las revelaciones son más graves en el caso del presidente ruso, Vladímir Putin, y los documentos ilustran "cuáles son los mecanismos" que permiten a sus amigos más cercanos acceder "por ejemplo a generosas porciones de empresas estatales rusas".

El Kremlin acusó el lunes a ICIJ de ser una tapadera para "antiguos miembros" de la CIA y del Departamento de Estado de Estados Unidos, algo que no preocupa a Walker. "Creo que no es la primera vez que (Rusia) acusa a medios de comunicación de trabajar para la CIA, así que no nos quita el sueño su apreciación", apuntó la periodista.

Aunque asegura que no le corresponde dar "consejos" sobre las medidas que deberían tomarse a la luz de estas revelaciones, Walker cree que "hay una tendencia reformista que empezó tímidamente hace unos dos o tres años y que se ha ido intensificando".

"Creo que vamos a ver más reformas, más transparencia. También vamos a ver intentos para encontrar nuevos atajos y nuevas formas de secretismo. No seamos inocentes, hay mucha gente que gana mucha plata creando e ideando formas de ayudar a la gente a que esconda su dinero", reconoció.

El equipo de ICIJ, en el que trabajan medios de "la mayoría de los países de América Latina", se está reforzando con nuevos periodistas, entre ellos los de la agencia estadounidense McClatchy, que prepara varias revelaciones sobre Estados Unidos pero por ahora no ha encontrado conexiones con políticos "de alto perfil" en este país. "Todavía queda bastante por publicar, estamos recién empezando", concluyó Marina Walker.