| Telemadrid
(Actualizado

Más de 1.500 miembros de la Liga de Defensa Inglesa (EDL), un movimiento de extrema derecha, se han manifestado en la ciudad de Newcastle para clamar contra la apertura de una escuela islámica y recordar al soldado británico Lee Rigby que falleció el pasado martes a manos de dos personas en Woolwich, un barrio londinense.

Los asistentes a la protesta, convocada antes de que se registrara el ataque de Londres, han cantado eslóganes como '¿De quiénes son estas calles? Son nuestras' y 'Rest in Peace, Lee Rigby'. Los presuntos autores del asesinato son ciudadanos británicos convertidos al Islam, según los medios locales.

La cifra esperada de manifestantes ha triplicado las previsiones de las autoridades a comienzos de este mes. En las vísperas de esta protesta, la Policía británica ha arrestado a tres personas por escribir mensajes xenófobos y racistas en la red social Twitter.

El superintendente policial, Gary Calvert, ha confirmado que se han producido "un número de arrestos" durante la jornada por ofensa a las autoridades y encontrarse en un estado de considerable embriaguez.

La EDL, que ha anunciado la convocatoria de una manifestación para el lunes en Londres, ha sostenido que el asesinato del soldado Rigby constata que Reino Unido está "en guerra" con el extremismo islámico.

CONTRAMANIFESTACIÓN

Al mismo tiempo que se celebraba la marcha de la EDL, un grupo de 400 personas antifascistas ha salido a las calles de Newcastle para realizar una contramanifestación. La Policía ha desplegado un amplio cordón para evitar que ambas protestas se encontraran.

Organizaciones islámicas de Reino Unido han acusado a los grupos de extrema derecha como la EDL o el Partido Nacional Británico (BNP) de tratar de capitalizar el "hastío y la barbarie" del asesinato del soldado Rigby, en una carta recogida por el diario británico 'The Independent'.

El líder del BNP, Nick Griffin, ha desatado la polémica en Reino Unido y la alarma por el auge del racismo en el país al declarar, tras visitar el barrio londinense de Woolwich, que los presuntos autores del ataque deberían ser envueltos en "piel de cerdo" y rematados con sendos disparos.