El Gobierno italiano no consiguió hoy llegar a un acuerdo sobre la reforma de las pensiones durante la reunión extraordinaria del Consejo de Ministros celebrada en Roma, lo que ha conllevado el aplazamiento de la aprobación de las medidas económicas que le exige la Unión Europea. Al término de la reunión del Consejo de Ministros, que duró poco más de una hora y media, la presidencia del Gobierno emitió un comunicado en el que no se menciona la aprobación de ninguna medida de reforma económica, mientras otras fuentes aseguran que los miembros del Ejecutivo seguirán negociando.
Durante toda la jornada, fueron trascendiendo las posibles reformas que pensaba acometer el Ejecutivo, entre ellas la de retrasar la edad de jubilación de los 65 a los 67 años, a la que ya se refirió el propio Berlusconi anoche. Asimismo, circularon informaciones sobre el eventual aumento de los años necesarios para acceder a la jubilación anticipada y sobre una posible venta de patrimonio inmobiliario del Estado, con el fin de recaudar fondos para reducir el endeudamiento de Italia, que ronda el 120 % del PIB, es decir, casi 1,9 billones de euros.
“NINGÚN SOCIO COMUNITARIO DIERA LECCIONES A NADIE”
Sin embargo, la federalista Liga Norte, que ha llegado a amenazar con protestas en la calle en caso de que se aprueben las reformas con las que no esté de acuerdo, se opone que se introduzcan modificaciones en el sistema de pensiones.
Poco antes de comenzar el Consejo de Ministros extraordinario, la Presidencia del Gobierno divulgó un comunicado en el que Berlusconi, después de recibir ayer un toque de atención de la canciller alemana, Ángela Merkel, y del presidente francés, Nicolás Sarkozy, pedía que ningún socio comunitario diera lecciones a nadie. "Estamos haciendo algún tímido paso adelante hacia un gobierno de la zona euro, pero queda aún mucho por hacer. La Alemania de Ángela Merkel es consciente de esto y su trabajo se acogerá a nuestra leal colaboración", afirma Berlusconi. "Nadie en la Unión puede autoproclamarse comisario y hablar en nombre de los gobiernos electos y de los pueblos europeos. Nadie está en disposición de dar lecciones a sus socios", prosigue.
El primer ministro italiano afirmaba asimismo que "en cuanto a las turbulencias por la deuda soberana y la crisis del sistema bancario, en particular el franco-alemán", su Gobierno tiene una "posición firme" que llevará a la próxima cumbre europea.
Y aseguraba que Italia ya ha acometido reformas y "se dispone a completar lo que está en el interés nacional y europeo y que corresponde a su sentido de la justicia y de la igualdad social"."Conseguiremos el equilibrio presupuestario en 2013 y nadie tiene ninguna cosa que temer de parte de la tercera economía europea y de este extraordinario país fundador que estima la cooperación supranacional al menos lo mismo que su orgullosa independencia", indica Berlusconi.