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El presidente del Eurogrupo, el holandés Jeroen Dijsselbloem, no cree que los socios europeos vayan a adelantar dinero a Grecia este mes para solucionar sus problemas de liquidez, dijo a dos periodistas del diario neerlandés Volkskrant.

"Grecia tiene una necesidad urgente de dinero porque sus arcas parece que están casi vacías, pero tiene que dar algún paso antes de recibir dinero. No creo que vaya a pasar este mes", comentó el también ministro de Finanzas de holanda, durante la entrevista, en el centro de debates Rodehoed de Holanda y transmitida en internet.

Dijsselbloem explicó que cuando la gente oye hablar de acuerdo con Grecia se piensa que se les va a dar dinero, pero aseguró que en la práctica las cosas funcionan de otra manera.

"Solo damos dinero cuando los griegos muestren que han dado pasos", recalcó antes de la reunión que mañana mantendrán los 19 ministros de Economía y Finanzas de la zona del euro en Bruselas, en la que escucharán al titular griego de esa cartera, Yanis Varufakis, explicar las reformas más inmediatas con las que su Gobierno pretende aumentar la recaudación de impuestos.

Sobre una posible salida de Grecia del euro (conocida en la jerga comunitaria como "Grexit"), Dijsselbloem insistió en que "nadie en el Eurogrupo quiere que un Grexit". "Todo el mundo cree que Grecia debe continuar por el camino de la recuperación. Eso no ocurre solo y no es fácil", reconoció.

El presidente del club del euro afirmó que desafortunadamente en Grecia hay una atmósfera en la que se apunta a Europa como fuente de los problemas, algo que -dijo- tiene que ver con que soportan un programa "increíblemente pesado".

Sin embargo, aseguró, los Diecinueve "estamos dispuestos a seguir apoyando a Grecia y que sigan en la eurozona", aunque destacó que "tiene que haber los ajustes necesarios para que Grecia sea financieramente independiente".

Acerca de sus dos años como presidente del Eurogrupo, Dijsselbloem confesó que le ha gustado la experiencia y que querría repetir, aunque la decisión "depende de los ministros que deciden cada dos años y medio".

Sobre la posibilidad de que la presidencia de este foro informal pase a ser permanente, sostuvo que Francia insistió en esta cuestión hace tiempo, pero que últimamente no ha vuelto a oír hablar del tema, aunque espera que pronto vuelva a surgir, y recordó que Holanda nunca ha estado a favor de la idea.

A la pregunta de si dejaría el Gobierno en caso de ser elegido presidente permanente del Eurogrupo, Dijsselbloem dijo que no, que combinaría ambos cargos para no convertirse en un "tecnócrata" de Bruselas.

El holandés fue sondeado también acerca de su relación con Francia como presidente del Eurogrupo y aseguró que para él está muy bien trabajar con el actual comisario europeo de Asuntos Económicos y Financieros, el francés Pierre Moscovici, y que el ministro de Finanzas francés, Michel Sapin, que le sustituyó en el cargo es "muy consultivo".

El diario Volkskrant, que entrevistó a Dijsselbloem en directo durante más de una hora, le sometió a un juego de dilemas en el que el holandés tuvo que escoger entre dos opciones.

Así, prefirió franceses a griegos, aunque dijo que le costó mucho elegir; escogió al primer ministro Alexis Tsipras frente al ministro griego de Finanzas, Yanis Varufakis, y se decantó por el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, antes que por Moscovici, tras explicar que en estos casos siempre elegía al que tuviera el rango más alto.