El presidente de Nigeria, Jonathan Goodluck, declaró hoy el "estado de emergencia" a fin de luchar contra el virus del Ébola, que ya ha provocado la muerte de dos personas en el país.
El presidente anunció, a través de un comunicado, un Plan de Intervención Especial al que se destinarán 11,6 millones de dólares para contener la enfermedad, que en los últimos cuatro meses ha causado la muerte de 961 personas en África Occidental.
Pidió "una mayor vigilancia y cooperación a todos los niveles para evitar que el virus del Ébola se propague todavía más", según la nota.
El mandatario nigeriano decretó el estado de emergencia unas horas después de que la Organización Mundial de la Salud (OMS) declarase el brote de ébola como "una emergencia pública sanitaria internacional".
En Nigeria, el país más poblado de África, hay actualmente 13 contagios por el virus, según la OMS, que aseguró hoy que la situación está siendo evaluada muy de cerca por instancias sanitarias internacionales.
Dentro del nuevo plan especial, Nigeria establecerá nuevos centros de aislamiento, desplegará personal adicional, aumentará el control en las fronteras y adquirirá artículos requeridos para tratar a los pacientes.
Goodluck también pidió a los centros educativos que consideren la opción de ampliar las vacaciones escolares hasta que se realice una nueva evaluación nacional sobre la amenaza del ébola.
Instó a las organizaciones religiosas a que desaconsejen las reuniones en las que pueda haber un alto riesgo para la propagación del virus y que se detenga el traslado de cadáveres de una comunidad a otra.
El mandatario también llamó a los nigerianos a no difundir informaciones falsas sobre el virus que pueden llevar "a la histeria de masas y el pánico".
Aunque la epidemia del ébola solo había afectado en principio a Guinea Conakry, Liberia y Sierra Leona, el pasado 25 de julio las autoridades nigerianas confirmaron la primera muerte por el virus en el país.
Patrick Sawyer, un funcionario de nacionalidad estadounidense que viajó a Nigeria desde Liberia, murió en un hospital de Lagos a los pocos días de ser ingresado.
Hace dos días, las autoridades informaron de que una enfermera nigeriana que trató al estadounidense también falleció como consecuencia de la enfermedad.
Desde entonces, Nigeria empezó a tomar medidas para contener el virus, como la prohibición del traslado al país de cadáveres procedentes de naciones afectadas por la epidemia o la suspensión de algunos vuelos provenientes de Liberia o Sierra Leona.
Dentro de esta lucha contra el ébola, los médicos nigerianos decidieron ayer suspender la huelga que iniciaron hace cinco semanas para poder atender los crecientes casos de contagio.
El ébola, que se transmite por contacto directo con la sangre y fluidos corporales de personas o animales infectados, causa hemorragias graves y puede tener una tasa de mortalidad del 90 %.
Esta es la primera vez que se identifica y se confirma una epidemia de ébola en África Occidental, pues hasta ahora siempre se habían producido en África Central.