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El presidente yemení, Alí Abdalá Saleh, anunció que antes de fin de año promoverá cambios en la Constitución para sentar las bases de una democracia parlamentaria y reafirmar la separación de poderes. El gobernante hizo su promesa en un discurso que pronunció ante miles de simpatizantes reunidos en un estadio de esta capital, escenario de protestas populares desde hace más de un mes para exigir el final de su régimen.

En su discurso, Saleh, en el poder desde la unificación entre el norte y el sur de Yemen en 1990, convocó también a la formación de un gobierno de unidad para preparar una nueva ley electoral que conduzca al sistema político parlamentario que está proponiendo. De acuerdo con su propuesta, el jefe de Estado será elegido por mayoría en el Parlamento, no por el voto directo, como está fijado en el sistema actual, que establece mandatos presidenciales de siete años.

El pasado 2 de febrero, cuando comenzaron a intensificarse las protestas políticas contra su régimen que comenzaron esporádicamente el 27 de enero, Saleh se echó para atrás en una reforma de la Constitución que le habría permitido perpetuarse en el poder. La carta magna actual, aprobada en 1991, no permite al jefe de Estado buscar una nueva reelección en los próximos comicios, convocados para el 2013.

Yemen es el país más pobre del mundo árabe. Además, el régimen de Saleh está expuesto a las acciones continuas de Al Qaeda, que tiene bases en este país, a un intento de secesión del sur y a una rebelión chií en el norte del país que actúa esporádicamente.