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El atleta sudafricano Oscar Pistorius vivió un complicado día durante el interrogatorio del fiscal durante el juicio en Pretoria (Sudáfrica) sobre su presunto asesinato de su novia Reeva Steenkamp, reiterando una vez más que cometió "un terrible error" pero que no tuvo la "intención" de matar a la modelo.

La audiencia fue de nuevo interrumpida en varias ocasiones para permitir a Pistorius recomponerse tras varías crisis emocionales como ya sucediera el día anterior, cuando no pudo soportar la tensión y la juez tuvo que suspender la jornada.

"Cometí un terrible error. Sí, disparé a Reeva Steenkamp y la maté. No tuve la intención de matar a Reeva, ni a ninguna otra persona", afirmó Oscar Pistorius en su tercer día en el estrado, donde tuvo que enfrentarse al agresivo discuros de Gerrie Nel, fiscal del caso.

Este presionó mucho en su turno al campeón paralímpico al que mostró un vídeo donde aparecía, meses antes del suceso, disparando con un rifle a un sandía. "¿Ve el impacto de esta munición en la sandía? Explotó, ¿no es así? ¿Sabe que es lo mismo que le pasó a la cabeza de Reeva? Explotó, mire, se lo voy a mostrar. Es el momento de que lo vea", apuntó Nel, enseñando al tiempo una foto del cadáver de la modelo.

"ES EL MOMENTO DE ASUMIR LO QUE HIZO"

"Señor Pistorius, esto tuvo exactamente el mismo efecto. Sé que no quiere intención de asumir su responsabilidad, pero es el momento de hacerlo, es el momento de asumir lo que usted ha hecho", prosiguió el abogado de la acusación. "¿Cometió un error? Usted mató a una persona, eso es lo que hizo. Le disparó y la mató, ¿no asumirá la responsabilidad de eso?", recalcó.

Oscar Pistorius, visiblemente nervioso, intentó defenderse. "He asumido mi responsabilidad, pero no miraré una foto estoy atormentado por lo que vi y sentí esa noche. Cuando levanté a Reeva, toqué su cabeza, me acuerdo, no tengo la necesidad de ver la foto, estaba allí", aseveró. "Estoy aquí para decir la verdad, para decir la verdad hasta donde yo recuerdo. Soy humano, tengo mis pecados", aseveró.

Además, el sudafricano aseguró que abrió la puerta del baño con un bate de cricket y que se encontró el cuerpo de su novia. "Me arrodillé y miré si respiraba. Su cabeza reposaba sobre mi hombro y sentía la sangre goteaba sobre mí. No sabía realmente qué hacer, veía que respiraba, pero que lo hacía con dificultad. Intenté levantarla, pero no pude, tenía miedo de empeorar sus heridas", relató.

"Cuando llegaron los médicos me pidieron espacio para trabajar y me levanté. Reeva ya había muerto antes de que la ambulancia llegase, así que sabía que no podían hacer nada por ella. Pedí a un policía si podía lavar mis manos porque el olor de la sangre me estaba haciendo vomitar", añadió el atleta.

Además, el sudafricano respondió a los testimonios de los vecinos que escucharon fuertes ruidos en plena noche, aclarando que fueron los golpes del bate de cricket y no "disparos", produciendo el enfado de la madre de Reeva Steenkamp y sus familiares, mientras que su abogado, Barry Roux, ofreció testimonios de otros vecinos que afirmaban que lo que escucharon fue un llanto y no "a una mujer gritando".