| Soldado herido en París
(Actualizado

El presunto autor del ataque el 25 de mayo contra un soldado francés en París, un joven de 22 años, fue imputado hoy por la Justicia francesa por "intento de asesinato" asociado a una acción de carácter "terrorista", informaron fuentes judiciales.

La Fiscalía de París solicitó su ingreso en prisión provisional, sobre la que tendrá que decidir en las próximas horas un juez de las libertades y la detención, agregaron las fuentes.

El intento de asesinato fue asociado, según el cargo aceptado por un juez antiterrorista ante el cual compareció Alexandre, como se conoce al presunto autor del ataque, con una acción de carácter "terrorista".

El atacante, según explicó el miércoles el fiscal de la República, François Molins, actuó como un terrorista y "quería matarle".

El suceso ocurrió poco antes de las seis de la tarde del pasado sábado, cuando el joven atacó al soldado, de 25 años y que patrullaba en un centro comercial del oeste de París, y "actuó en nombre de su ideología religiosa", agregó el fiscal.

Su captura se produjo el pasado miércoles en la localidad de La Verrière, en el departamento de Yvelines, cerca de París.

El ataque contra el soldado Cédric Cordiez se produjo cuando este participaba en el intercambiador del metro de La Defense -donde hay un centro comercial-, con otros dos militares, en el dispositivo de protección antiterrorista denominado Vigipirate.

Cordiez, que salió el lunes del hospital donde fue ingresado para ser tratado de los cortes en el cuello que le causó su agresor, es uno de los 1.200 miembros del Ejército francés que están desplegados por diferentes puntos del país, en el marco de Vigipirate, en refuerzo de las fuerzas del orden.

Poco antes de conocerse la imputación del detenido, el presidente francés, François Hollande, aseguró que su país mantiene una "vigilancia absoluta" por la amenaza terrorista del exterior y del interior.

"Lo que pasa en el mundo tiene consecuencias en nuestro país", dijo Hollande en una entrevista radiotelevisada en la que insistió en que esa labor de vigilancia para garantizar la seguridad de los franceses "no ha cesado nunca".

Hollande aseguró que las autoridades no desperdician "ninguna pista", aunque solicitó una "mejor cooperación" entre los diferentes servicios de información franceses, después de que los medios de comunicación del país informaran de que el atacante de París era conocido por su actitud fundamentalista y se mencionara una eventual falta de coordinación.