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Las autoridades de Malasia desmintieron hoy que se hayan encontrado restos del avión de Malaysia Airlines cuya desaparición el sábado califican de "misterio" mientras la investigación sigue sin descartar ninguna posibilidad.

El director general del departamento de Aviación Civil, Azharudin Abdul Rahman, indicó que no hay confirmación de que las presuntas partes del fuselaje avistadas por un hidroavión vietnamita la jornada de ayer pertenezcan al avión desaparecido.

"Lamentablemente, no hemos encontrado nada que parezca ser del avión", dijo Azharuddin en rueda de prensa retransmitida por el canal malasio TV1.

BUSQUEDA SIN RESULTADO

Cuatro aeronaves del Ejército de Vietnam se trasladaron este lunes a unos 93 kilómetros al sur de la isla de Tho Chu para tratar de verificar lo que parecían desde el aire un fragmento de cola y una puerta interior de un avión.

"Estas informaciones no han sido verificadas hoy oficialmente por las autoridades de Vietnam", dijo el dirigente de Aviación Civil malasio, sin descartar ninguna posibilidad.

Más tarde, fue enviado un helicóptero para examinar un "objeto amarillo" avistado en el mar y al final se comprobó que no se trataba de un bote salvavidas del aparato, sino de la funda mohosa de un carrete de cables, según informó el medio vietnamita Thanh Nien.

Los análisis de laboratorio también han determinado que las muestras de carburante recogidas el fin de semana en el mar de dos grandes manchas tampoco pertenecen al vuelo desaparecido, sino a actividad naviera.

Un veterano piloto de aviones comerciales y militares, con 40 años de experiencia, declaró al diario "Malaisakini" que de haber estallado el avión los radares deberían haber registrado la explosión.

"Es poco probable que el avión diera la vuelta hacia el estrecho de Malaca sin que los radares lo detectaran", apuntó el piloto, quien no descartó la posibilidad de que se desintegrara en el aire, como sucedió con un avión de la Pan AM que explotó cuando sobrevolaba la localidad escocesa de Lockerbie el 21 de diciembre de 1988 o la de un avión de TWA en el océano Atlántico el 17 de julio de 1996.

Una flota internacional de 40 barcos y 24 aviones rastrea las zonas del golfo de Tailandia donde se presume que podría haberse estrellado el Boeing 777-200 sino cambió de rumbo, según datos de las autoridades de Malasia.

Mientras, agencias de inteligencia de varios países participan en una investigación que se centra en aclarar el posible cambio de rumbo que la nave pudo realizar sin que el piloto lo comunicara ni enviara un mensaje de alerta y en la presencia de pasajeros con pasaportes falsos.

El ministro de Defensa malasio y titular interino de Transportes, Hishamudin Husein, señaló en rueda de prensa en Kuala Lumpur retransmitida por el canal TV1 que "no hay que dar nada por sentado" en la investigación.

"La información está en manos de las agencias relevantes y hasta que esta no haya sido analizada no daré más detalles para no interferir en las investigaciones", señaló el ministro malasio.

Hishamudin comentó también que las autoridades ya han estudiado a conciencia la lista de pasajeros y poseen las fotografías de las dos personas que embarcaron con pasaportes robados.

PISTA DE LOS PASAPORTES

Los dos pasajeros que abordaron el avión podrían pertenecer a una banda de ladrones de pasaportes, dijo hoy el director general del Departamento de Aviación Civil de Malasia, Azharudin Abdul Rahman.

Azharudin señaló en rueda de prensa en Kuala Lumpur, retransmitida por la televisión, que los investigadores que estudian las imágenes del circuito cerrado de vídeo del aeropuerto han determinado que ambos podrían estar involucrados en un caso abierto de robo de pasaportes.

El alto funcionario también corrigió la primera información al declarar que ninguno de los dos tenía rasgos asiáticos.

"No podemos revelar su nacionalidad, ya que podría obstaculizar las investigaciones", agregó Azharudin en su última comparecencia ante la prensa el lunes por la noche.

El estudio de la grabación del embarque en el vuelo MH370 hacia Pekín ha determinado que las autoridades y el personal de seguridad siguieron los protocolos establecidos en todo momento, de acuerdo con Azharudin.

El inspector general de la Policía malasia, Tan Sri Khalid Abu Bakar, citado por el diario local The Star, informó de que se ha conseguido identificar a uno de ellos pero sin divulgar su nacionalidad.

El vuelo MH370 despegó de Kuala Lumpur a las 00.41 hora local (16.41 GMT del viernes) y tenía previsto aterrizar en Pekín unas seis horas más tarde.

Las autoridades de Aviación Civil malasias indicaron que su última posición en el radar antes de que se perdiese la señal fue a las 01.30 hora local del sábado (17.30 GMT del viernes).

El avión transporta 239 personas: 227 pasajeros, entre ellos dos menores, y 12 tripulantes todos ellos malasios.

La lista ofrecida por Malaysia Airlines contiene los nombres de 153 chinos, 38 malasios, 7 indonesios, 6 australianos, 5 indios, 4 franceses, 3 estadounidenses, 2 neozelandeses, 2 ucranianos, 2 canadienses, 1 ruso, 1 italiano, 1 holandés, 1 austríaco y 1 taiwanés.

Los supuestos pasajeros italiano y austríaco abordaron con pasaportes robados.

El piloto del 777 es un malasio de 53 años de edad y con 18.365 horas de vuelo de experiencia, que ingresó en Malaysia Airlines en 1981, según datos de la propia compañía.

DESCONCIERTO EN LAS FAMILIAS DE LAS VICTIMAS

Después de casi tres días alojados en un hotel de Pekín, los familiares de los pasajeros chinos del avión de Malaysia Airlines desaparecido padecen cada vez más en silencio el desconcierto ante la incógnita de lo ocurrido y rehúsan de momento moverse de la capital del país asiático.

"No me voy a ir hasta que sepa qué ha pasado", dijo hoy a los medios de comunicación el familiar de uno de los ocupantes del vuelo MH370 al salir de la sala del hotel Lido (Pekín) en la que, desde el sábado, pasan las horas más de un centenar de allegados de los 154 chinos que viajaban en el avión.

Alterado y sin identificarse, su declaración fue una de las pocas ofrecidas hoy a los medios por los parientes, visiblemente hastiados por la ausencia de conclusiones, pero también por el asedio de los flashes y las cámaras, omnipresentes en el citado hotel pequinés.