Los rebeldes libios decidieron este domingo posponer su entrada en la ciudad de Bani Walid, uno de los tres grandes bastiones de resistencia gadafistas, para intentar evitar el baño de sangre, pero parece que finalmente lo harán en las próximas horas. Así lo reveló uno de los responsables de la fuerza de elite rebelde "Katiba Trípoli", a las afueras de esta ciudad del desierto libio, en la que se cree que podrían estar escondidos al menos dos de los hijos del ex hombre fuerte de Libia, el coronel Muamar Gadafi.
Algunas fuentes rebeldes han apuntado, asimismo, que en este bastión de la tribu de los Warfalla también podría estar oculto el propio dictador, una información que no ha sido confirmada ni desmentida oficialmente. "Ha habido conversaciones de última hora, pero ya está todo listo", explicó a Efe un militar sobre el terreno, sin querer aclarar si las conversaciones de última hora habían fracasado, como apuntan algunos medios.
En este sentido, el oficial insistió en que la entrada final no se prorrogará mucho más, ya que se teme que la tregua haya servido para que los mercenarios que se atrincheran se pertrechen y para que grupos de gadafistas hayan huido hacía la ciudad vecina de Sebha, situada más al sur. Apenas existen noticias sobre la situación en el interior de Bani Walid, población situada 120 kilómetros al sur de Trípoli, ya que las comunicaciones fueron cortadas hace algunos días.
Aunque ha habido tiroteos esporádicos en las últimas horas, la situación en las proximidades de la ciudad es de una calma no exenta de tensiones. Se cree que en su interior todavía resiste un grupo de unos 100 gadafistas fuertemente armados, y que hay apostados numerosos francotiradores, que podrían haber sido los protagonistas de los escasos disparos de las últimas horas.
La eventual caída de Bani Walid, uno de los vértices del triángulo de la resistencia junto a la ciudad desértica de Sebha y la costera de Sirte, cuna del dictador, es contemplada por el mando militar rebelde como el punto de inflexión definitivo para el fin del conflicto armado. Los rebeldes creen que, aunque finalmente en ella no se atrape al propio Gadafi, o alguno de sus hijos, su rendición tendrá un efecto dominó con el resto de bastiones rebeldes, en particular Sirte y Juhafra.