El primer ministro italiano, Matteo Renzi, calificó de "gran paso adelante" la aprobación la pasada noche de la reforma laboral presentada por su Gobierno en una larga sesión del Senado, donde el proyecto salió adelante por 165 votos a favor y 111 en contra.
"También estoy muy contento del resultado numérico", manifestó el jefe del Gobierno a los periodistas que le esperaban en la calle a su llegada en Roma a la sede del Partido Demócrata (PD), del que es líder.
Renzi, que no pudo presentar a tiempo en la cumbre de empleo celebrada ayer en Milán la aprobación de su reforma laboral -por la que recibió por anticipado la felicitación de la canciller federal alemana, Angela Merkel, que acudió a esa cita- consideró además: "me parece que está creciendo el apoyo" al Ejecutivo.
La reforma laboral de Renzi, que entre otras cosas simplifica los tipos de contrato y permite a los empleadores despedir a trabajadores más fácilmente -se limitarán los casos de readmisión obligatoria tras un despido improcedente- fue aprobada pasada la medianoche por 165 senadores pertenecientes al PD, al Nuevo Centrodestra, al partido Per L'Italia y a Scelta Civica.
Votaron en contra, sin embargo, 111 senadores de formaciones como Movimiento 5 Estrellas, Forza Italia, Liga Norte o Sinistra Ecologia Libertà (Sel) y hubo dos abstenciones.
"Doy las gracias a todos los grupos por haber votado hasta la una de la madrugada. De nuevo, como sobre la reforma constitucional, se demuestra que hay senadores que quieren a Italia y senadores a los que continúa gustándoles montar una escena", dijo el primer ministro en alusión a los desórdenes presenciados en el Senado.
"Al final sin embargo cansan también a sus propios electores, es un problema también para ellos", consideró el jefe del Gobierno.
La reforma laboral propuesta por el PD, el partido más votado en las pasadas elecciones al Parlamento Europeo -con más del 40% de los votos- prevé una protección de manera gradual de los trabajadores, por lo que sólo con la antigüedad se podrán obtener algunos derechos, entre estos el de poder ser readmitido en caso de despido.
El proyecto pasará ahora por la Cámara de Diputados para su segunda lectura y el Gobierno confía en que podrá entrar en vigor antes de final de año.
La reforma del polémico artículo 18 del Estatuto de los Trabajadores, que protege a los profesionales de empresas con más de 15 empleados contra los despidos improcedentes y avala su derecho a obtener una indemnización o a ser reintegrados en su empleo, se convirtió en uno de los principales escollos para la aprobación del proyecto.
Las futuras condiciones de aplicación de ese artículo quedarán precisadas en un desarrollo normativo del que se encargará el Gobierno de Renzi, que no ha ocultado su intención de eliminar al menos parcialmente la obligación de la readmisión de trabajadores despedidos.