El régimen de Muamar Gadafi ha iniciado los trabajos para abrir líneas de comunicación con los gobiernos occidentales en un intento de llevar el conflicto en el país a su fin.
Según publica el diario británico 'The Guardian', el primer ministro libio, Abdul Ati al-Obeidi, ha asegurado al Canal 4 que están "tratando de hablar con los británicos, los franceses y los estadounidenses para detener la matanza de personas".
Aunque anoche el régimen del dictador rechazó una oferta de los rebeldes de un alto el fuego si Gadafi retiraba su ejército de las principales ciudades de Libia y permitía protestas pacíficas, altas fuentes del Bobierno británico han asegurado que Gadafi está abierto al diálogo.
"Si los aliados Gadafi quieren tener conversaciones, estaremos encantados de hablar", dijo un alto funcionario de Reino Unido. "Sin embargo, nuestro mensaje va a ser claro y consistente: Gadafi tiene que irse, y tiene que haber un futuro mejor para Libia".
Gadafi rechazó las condiciones de los rebeldes para un alto el fuego, excusándose en que las tropas del Gobierno no abandonarían las ciudades tal y como piden los opositores.
Sin embargo, las señales de que el régimen estaba buscando abrir una vía de diálogo se produjo después de que el diario 'The Guardian' informara de que había tenido lugar una reunión entre Mohammed Ismail, un importante asesor de Gadafi, su hijo Saif al-Islam, y varios funcionarios británicos.
La información se producía después de la deserción del ex jefe de la Inteligencia libia y ministro de Exteriores, Musa Kusa, que el miércoles aterrizó en el pequeño aeropuerto inglés de Farnborough después de una misteriosa "visita privada de 48 horas" a Túnez.
Algunos analistas en Londres interpretan la supuesta visita de Ismail como un indicio de que al menos los hijos de Gadafi están buscando una solución negociada con Occidente a la crisis.
Mientras tanto las fuerzas rebeldes sigue retrocediendo. Este viernes no lograron avanzar frente a las tropas del líder apostadas en las afueras de la ciudad de Ajdabiya, según informó la BBC, mientras que el jueves los rebeldes también habían fracasado en el intento por recuperar el control del puerto petrolífero de Al Brega.
A pesar del retroceso de las fuerzas rebeldes, Gadafi parece perder el respaldo de sus filas. Además del ministro de Exteriores libio Musa Kusa, que huyó esta semana a Londres, otros funcionarios de alto rango quieren abandonar el país.