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Los robots utilizados por los técnicos en la central de Fukushima-1 han detectado un vapor denso en el edificio del reactor número dos, lo que ha impedido estudiar el estado de las instalaciones. El personal de la Compañía Eléctrica de Tokio (TEPCO), que gestiona la planta, piensa que el vapor proviene de la zona dañada de la piscina del reactor. El vaho podría ser altamente tóxico, por lo que todavía no se ha determinado una solución a este problema. En cambio, los niveles de radiación son relativamente bajos y la empresa cree que algunos trabajadores podrían entrar en las instalaciones por breves periodos de tiempo.

Mientras, los robots se han adentrado en el rector tres, a través del acceso sur, pero se han encontrado con el camino bloqueado por escombros. Ahora los técnicos meditan utilizar otro robot con un peso de más de cien kilos y con capacidad para retirar estos obstáculos.

En el edificio del primer reactor, estos aparatos estadounidenses apenas han podido avanzar 40 metros a lo largo del muro norte, según informa la cadena japonesa NHK. La compañía empezó a utilizar los robots el domingo y con ellos pretende allanar el terreno para más adelante poder trabajar en las instalaciones nucleares.

MENOS GRAVE QUE EL DE CHERNOBIL

El accidente nuclear en la central japonesa de Fukushima-1 es menos grave que el de la central ucraniana de Chernobil, ocurrido en abril de 1986, según ha indicado el secretario de Estado para Asuntos Exteriores de Japón, Chiaki Takahashi. A pesar de que las autoridades niponas decidieron elevar la intensidad del accidente del quinto al séptimo nivel en la escala internacional, el máximo grado, equiparándolo así al de Chernobil, Takahashi ha negado un deterioro de la situación en Fukushima-1.

Así, ha explicado que el aumento del nivel obedece a los últimos datos registrados, según los cuales las fugas radiactivas de la planta nipona han alcanzado los 10.000 terabecquerelios, nivel que equivale al séptimo puesto en dicha escala. No obstante, ha aclarado que no ha explotado ningún reactor, ni ha muerto nadie a causa de la radiación, a diferencia de Chernobil, donde la explosión del reactor cuatro provocó una fuga masiva que acabó con la vida de 31 personas, aunque posteriormente muchas más han muerto por enfermedades derivadas de estas emisiones.

En consecuencia, Takahashi ha solicitado a la comunidad internacional que confíe en las medidas que está adoptando el Gobierno de Japón en relación a la emergencia nuclear, así como en la información que está facilitando sobre la misma, informa la televisión estatal NHK.

Estas declaraciones las ha ofrecido en el marco de la conferencia de donantes celebrada el martes en Kiev para financiar la construcción de un nuevo armazón de contención para los residuos contaminantes de Chernobil, ya que la actual estructura ha comenzado a agrietarse. En total, Ucrania ha conseguido recaudar 550 millones de euros, de los 740 millones de euros que esperaba conseguir. Sin embargo, el presidente, Viktor Yanukovich, se ha mostrado esperanzado al considerar que se trata de un cifra preliminar.