Una huelga convocada por dos importantes federaciones sindicales y dos colegios profesionales marca la sexta jornada de las protestas en Turquía, después de una madrugada en la que volvieron a registrarse duras cargas policiales en Ankara, Estambul, Tunceli y Hatay. Se prevé que cientos de miles de personas paren su actividad para exigir al Gobierno que respete a los manifestantes que exigen un cambio del estilo autoritario del primer ministro, Recep Tayyip Erdogan.
La huelga ha sido convocado por la Confederación de los Sindicatos de Trabajadores Públicos (KESK), la Confederación de los Sindicatos Revolucionarios de Trabajadores (DISK), el Colegio Oficial de Médicos de Turquía (TTB) y la Unión de Colegios Oficiales de Ingenieros y Arquitectos (TMMOB).
En una declaración conjunta, esas agrupaciones exigen al Gobierno garantizar que al preservación del parque Gezi en Estambul, origen de las protestas al ser amenazado por una remodelación urbanística.
Los convocantes piden poner fin al empleo de gas pimienta contra las protestas e investigar y cesar a los responsables de las acciones policiales más violentas. También exigen la liberación de los miles de detenidos y ofrecerles disculpas, además de levantar la prohibición de celebrar asambleas en plazas emblemáticas como la de Taksim en Estambul.
PROSIGUEN LAS CARGAS POLICIALES
Esta madrugada volvió a haber duras cargas policiales en Ankara, Estambul, Tunceli y Hatay. En esa última ciudad, fronteriza con Siria, una manifestación tras el funeral de un joven que había muerto el lunes por el impacto de una granada de gas lacrimógeno, fue dispersada por la policía con cañones de agua a presión y más gas.
Según la cadena de noticias CNNTürk, dos policías y un manifestante sufrieron heridas.
En Estambul, la plaza de Taksim y sus alrededores seguían en un ambiente festivo, pero pasada la medianoche, la policía volvió a lanzar grandes cantidades de gases lacrimógenos contra un millar de personas sentadas en una zona verde cercana al Bósforo.
Uno de los manifestantes mostró a Efe el impacto de una bala de caucho en el brazo, sufrido durante esta carga policial."Todos los días atendemos a heridos por balas de caucho, aunque la mayoría de los pacientes vienen afectados por la inhalación de gas, por el impacto de las granadas de gas o por haber sido aplastados en una avalancha tras una carga policial", explicó un voluntario en el improvisado centro médico de la plaza de Taksim.
También hubo cargas policiales en la capital Ankara y en Adana, mientras que numerosos barrios de otras ciudades se sumaron a la protesta mediante ruidosas caceroladas.
En Esmirna, otro centro de fuertes protestas callejeras, la policía detuvo a 24 personas durante el registro de sus domicilios, bajo la acusación de alentar las protestas mediante el uso de medios sociales como Twitter, informa hoy la cadena NTV. "La Fiscalía de Esmirna hace causa común con el Gobierno al pedir el arresto de estas personas por usar twitter", denunció en declaraciones a Efe Sebil Sevinç, una abogada en Estambul.
Hace pocos días, Erdogan había arremetido contra el uso de esa red como "amenaza social", aunque la mayoría de los altos cargos de su propio Gobierno también usa twitter para hacer públicos sus mensajes políticos.
En este ambiente de tensión, el viceprimer ministro, Bülent Arinç, que ayer tuvo palabras conciliadoras para con los manifestantes, se reunirá hoy sobre las 8:00 GMT con miembros de la Plataforma Taksim, que ha coordinado los esfuerzos por salvar el parque de la remodelación urbanística.