Tres días antes de su probable imputación, el candidato conservador a la Presidencia francesa, François Fillon, vio empañada hoy de nuevo su campaña con la sospecha de que habría recibido trajes como regalo por valor de decenas de miles de euros en los últimos cinco años.
El semanario "Le Journal du Dimanche" (JDD), que desconoce la identidad de los autores de los regalos, reveló que la factura global se eleva a 48.500 euros desde 2012, de los cuales 35.500 euros se habrían pagado en efectivo.
Los dos últimos trajes de los que se informa, de 6.500 euros cada uno, se remontan a los pasados 9 y 10 de febrero, en plena campaña y menos de 15 días después de que "Le Canard Enchaîné" destapara los supuestos empleos ficticios de su mujer, Penelope, que condujeron a la apertura de una investigación judicial.
Un "amigo generoso" se hizo cargo de los mismos en la exclusiva tienda parisina especializada en trajes a medida Arnys, en la que Fillon se viste habitualmente.
La tienda no ha querido pronunciarse, mientras que el entorno del aspirante niega esta última información en parte.
"Es cierto que uno de sus amigos le ofreció ropa en febrero. No tiene nada de reprobable, pero la afirmación de que algunos habrían sido pagados en efectivo es totalmente extravagante. Ninguna casa seria acepta tales cantidades", afirma su círculo.
Tras el llamado "Penelopegate" y la revelación de un préstamo de 50.000 euros sin intereses y no declarado por parte del empresario Marc Ladreit de Lacharrière, el mismo que contrató a su mujer como colaboradora literaria, esta última noticia se suma a los "ataques" de los que Fillon dice ser víctima.
"Nos preguntamos hasta dónde llegarán esas intrusiones malintencionadas en su vida privada", concluyen las fuentes próximas en el "JDD".
Su publicación llega en una semana complicada para el candidato, que este miércoles comparece ante los jueces de instrucción y se enfrenta a una probable imputación por malversación de fondos públicos en la atribución de supuestos empleos ficticios a su mujer, Penelope, y a dos de sus cinco hijos.
Firme en su intención de no abandonar la carrera al Elíseo, y apoyado por la cúpula de su partido, Los Republicanos, Fillon ve amenazados sus intentos por hacer calar sus propuestas para Francia por las sucesivas revelaciones y no consigue remontar en los sondeos.
Una última encuesta difundida hoy por el "JDD" le deja fuera de la segunda vuelta de las presidenciales del 7 de mayo, adelantado en la primera del 23 de abril por la ultraderechista Marine Le Pen, con un 26 % de intenciones de voto, y por el socioliberal Emmanuel Macron (25,5 %).
"Los franceses tienen derecho a tener un debate, un debate de fondo. Elegirán a su jefe de Estado y lo que es importante es que escojan al mejor preparado", dijo hoy en la emisora "Europe 1" su portavoz, Luc Chatel.
El combate político "es crudo pero debe mantenerse digno", dijo ayer Fillon.
Los Republicanos, anteriormente llamados Unión por un Movimiento Popular (UMP) estuvieron hoy además en el punto de mira por otra investigación paralela sobre un movimiento de fondos sospechosos entre el partido y la Unión Republicana del Senado (URS).
El "JDD" dijo que las pesquisas apuntan que la UMP habría establecido todo un sistema de empleos ficticios que aprovechaba las dotaciones públicas disponibles para contratar a colaboradores parlamentarios, en el cual ya se había visto envuelto Fillon.