La tensión en Venezuela se dispara. El líder de la oposición, Henrique Capriles, ya acusa abiertamente al presidente Maduro de haber robado las elecciones.
Mientras el gobierno chavista ahonda en su intención de encarcelarlo y prepara una comisión para acusarle de provocar la violencia política que ha dejado de momento 9 muertos.
Su ministra de prisiones le ha dicho que ya tiene una celda preparada para él.
CAPRILES DICE QUE EL TIEMPO SE AGOTA PARA LA AUDITORIA DE VOTOS
El líder de la oposición venezolana, Henrique Capriles, esperará hasta este jueves para que el Consejo Nacional Electoral (CNE) comience la auditoría de los votos de las elecciones del pasado 14 de abril.
"Ustedes le dijeron al país y al mundo que aquí se iba a realizar una auditoría. Nosotros esperamos hasta el día de mañana, no vamos a esperar más tiempo", indicó Capriles en una conferencia de prensa dirigiéndose a los responsables del CNE.
Capriles insistió en que el CNE anunció que "la auditoría arrancaba esta semana". El pasado jueves la presidenta del CNE, Tibisay Lucena, anunció la ampliación de la auditoría de verificación ciudadana al 46 % de las cajas de resguardo que no fueron auditadas el día de la elección después de que la oposición solicitara esa revisión.
Lucena dijo que el CNE tomó esta decisión "atendiendo a una situación evidentemente particular" que "en ningún caso debe ser interpretada como escrutinio alguno". "Mañana es jueves, los venezolanos no vamos a dejar que ustedes jueguen con nosotros, se burlen de nosotros", afirmó.
Señaló que no aceptará "ni una auditoría chucuta (mal hecha)", "ni una mamarrachada, ni una burla". "Además la inmensa mayoría de los venezolanos está de acuerdo con que este proceso sea auditado, eso es una posición mayoritaria del pueblo venezolano y del mundo", afirmó, subrayando que "es la hora de cumplir, de ser serios".
Capriles ha afirmado que no reconocerá los resultados de las elecciones del 14 de abril, ganadas por un estrecho margen por el presidente, Nicolás Maduro, hasta que no se produzca una revisión voto por voto. En los últimos días, rectoras del CNE salieron a matizar que la auditoría "verifica el funcionamiento de la plataforma, no verifica resultados electorales", lo que fue respondido por la oposición advirtiendo de que no aceptarían una revisión incompleta.
EL GOBIERNO VENEZOLANO INYECTARÁ MÁS DIVISAS PARA DINAMIZAR LA ECONOMÍA
El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro,ha anunciado la inyección de divisas al sistema cambiario para dinamizar la economía y la actividad comercial, dos meses y medio después de una devaluación del 31,7% de la moneda frente al dólar.
"Vamos a estabilizar y fortalecer el sistema cambiario como eje de recuperación de la economía luego de la guerra que hemos enfrentado", ha indicado Maduro en la red social Twitter, al aludir a la crisis política que atraviesa el país tras las elecciones del pasado 14 de abril.
"He decidido en la reunión con (el vicepresidente económico, Nelson) Merentes regularizar la inyección de divisas en (la Comisión de Administración de Divisas) Cadivi para dinamizar toda la actividad económica y comercial", añadió. Venezuela tiene un sistema de control de cambios desde 2003 que impide el libre acceso a las divisas y obliga a particulares y empresas a canalizar sus peticiones a través de varios mecanismos, el más importante, Cadivi.
Fuentes empresariales han asegurado que en los últimos meses se ha reducido el flujo de moneda extranjera hacia el sector comercial y productivo. El 8 de febrero el Gobierno venezolano aprobó una devaluación del bolívar que pasó de 4,3 a 6,3 unidades por dólar.
Además, se eliminó el Sistema de Transacciones con Títulos en Moneda Extranjera (Sitme), que permitía a empresas y personas naturales obtener dólares a 5,30 bolívares con la compraventa de papeles públicos. En su lugar, el Ejecutivo decidió aplicar un nuevo mecanismo de subastas de divisas articulado a través del Sistema Complementario de Administración de Divisas (Sicad).
El 27 de marzo el Gobierno adjudicó los primeros 200 millones de dólares a 383 empresas por un valor que no ha sido comunicado oficialmente, aunque firmas privadas estimaron que el precio de venta del dólar se ubicó alrededor de los 13 dólares.